Erik y Lyle Menéndez, condenados en 1996 por el asesinato de sus padres en Beverly Hills, siguen peleando por su libertad. En mayo de 2025, un juez redujo su sentencia de cadena perpetua sin opción a libertad condicional a un nuevo rango: 50 años a cadena perpetua, lo cual les permite optar a la libertad condicional por primera vez en más de tres décadas. En caso de que no se les otorgue la libertad, los hermanos apostarán por un nuevo juicio.
Los hermanos Menéndez apelarán un nuevo juicio si no les conceden la libertad

Los hermanos Menéndez apelarán un nuevo juicio si no les dan libertad
Los hermanos Menéndez podrían estar más cerca de rebatir su condena tras más de tres décadas tras las rejas. El pasado 8 de julio de este año, el juez William C. Ryan, de la Corte Superior del Condado de Los Ángeles, determinó que existen fundamentos suficientes para considerar su solicitud de hábeas corpus —procedimiento legal que protege la libertad individual frente a detenciones ilegales o arbitrarias—, una decisión que podría allanar el camino hacia un nuevo juicio.

Esta decisión judicial surge a raíz de una petición de hábeas corpus que fue presentada por los hermanos en marzo de 2023, en la que alegan la existencia de nuevas pruebas que no fueron tomadas en cuenta durante los juicios originales. Según el abogado especializado en apelaciones Brian Wice, si la solicitud es aceptada, no se trataría de una simple revisión de sentencia, sino de un juicio completamente nuevo, que iniciaría “desde cero”.
“Si se concede el hábeas corpus, no es una resentencia”, explicó el abogado a Fox News Digital. “Es un juicio completamente nuevo”, detalló.
Las evidencias que podría liberar a los hermanos Menéndez
En el centro de esta disputa legal se encuentran dos elementos clave que, según los hermanos Menéndez, debieron haberse valorado en sus juicios originales. Uno de ellos es una carta que Erik envió a su primo Andy Cano ocho meses antes de los homicidios, en la que supuestamente relataba los abusos sexuales que su padre, José Menéndez, cometió contra él y su hermano Lyle.
La segunda evidencia es una declaración de Roy Rossello, ex integrante de la banda juvenil Menudo, el cual señaló que José Menéndez —quien fue un ejecutivo de la industria musical en aquellos tiempos— lo violó en 1983 o 1984, cuando él tenía apenas 14 años.

La defensa presentó ambos elementos como evidencia “nueva”, sosteniendo que si el jurado original los hubiera tenido en cuenta, el veredicto podría haber sido muy diferente.