La saga Crepúsculo cambió para siempre la vida de Taylor Lautner al convertirse en uno de los actores más famosos del planeta, pero él no podía imaginar dónde se había metido cuando aceptó ese trabajo.
En realidad, al principio parecía que se había apuntado a un proyecto indie porque la primera entrega disponía de una décima parte del presupuesto que se destinó a las secuelas.
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Su papel requería que pasara más tiempo sin camiseta
Como ni siquiera se sabía si funcionaría en taquilla, todavía no era necesario preocuparse por el futuro de la franquicia o como se adaptarían el resto de las novelas de Stephanie Meyers a la gran pantalla.
Sin embargo, fue un éxito absoluto y de pronto los productores se dieron cuenta de que habían contratado a un adolescente de 16 años, para dar vida al tercero en discordia en el triángulo amoroso en torno al que giraría buena parte del resto de la historia.
Las opciones eran reemplazarle de cara a la segunda película o conseguir que ganara musculatura en un tiempo record para reflejar la evolución de su personaje, Jacob, de adolescente humano ordinario a hombre lobo sexy.
Para más inri, el papel requería que pasara más tiempo sin camiseta que con ella, y estaba claro que los miembros de #TeamJacob no tolerarían que se les decepcionara.
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Taylor Lautner reveló que tuvo que esforzarse para mantener su cuerpo
La decisión estuvo reñida, pero al final la balanza se inclinó en favor de Taylor. En aquel momento comenzó un duro proceso de entrenamiento para que el físico del joven cambiara por completo, y para el inicio del rodaje de Luna Nueva ya estaba claro que él estaría a la altura de las expectativas. Su esfuerzo le hizo ganar una fiel legión de admiradoras, pero también es cierto que pagó un precio más alto de lo que esperaba.
"No sabía que me estaba afectando ni que me iba a afectar en el futuro en lo relativo a mi imagen corporal. En la primera película pesaba 63 kilos, y en la siguiente, 79, así que ese no era mi cuerpo natural. Tuve que esforzarme mucho para mantenerlo", recordó Taylor en el podcast The Squeeze.
El problema es que toda esa atención que recibía por sus abdominales podía cambiar en un instante, y lo hizo. Internet en seguida comenzó a comparar sus escenas con el torso desnudo en la Luna Nueva y en Eclipse hasta llegar a la conclusión de que se había descuidado en la recta final de la franquicia.
Las críticas le afectaron profundamente y tardó mucho tiempo en desprenderse de esa sensación de que no era lo suficientemente bueno. Las comparaciones con su compañero de reparto Robert Pattinson, que daba vida a su rival en la ficción Edward, tampoco ayudaron a que ganara confianza en sí mismo porque fomentaban una rivalidad que no puedo evitar que le afectara.
"Tu cuerpo puede parecer increíble. Puedes estar en forma, con una tableta de chocolate, lo que sea. Puedes perder peso, ganar músculo y, si tu salud mental no está bien, todo eso no sirve para nada porque puede jugar en tu contra", explicó.