Tatjana Patitz, quien poseía una de las caras más reconocidas, fotografiadas y enigmáticas del mundo de la moda en la década de los 80 y 90 y fue una de las supermodelos originales, falleció este miércoles 11 de enero, a la edad de 56 años, a causa de cáncer de mama, según dio a conocer CNN.
Nació en Hamburgo, Alemania, pero desde muy joven se trasladó a Suecia con su familia, donde a los 17 años dio sus primeros pasos en la industria y comenzó una carrera que la llevó a ser una de las figuras más reconocidas en la época dorada del modelaje.
Junto a Naomi Campbell , Christy Turlington, Linda Evangelista y Cindy Crawford protagonizó la icónica portada de enero de 1990 de la edición británica de la revista Vogue, fotografiada por Peter Lindbergh, y que representa para muchos el surgimiento o más claro emblema del concepto de las supermodelos.
Tatjana Patitz: Una supermodelo 'aparte'
Según reportes, el cantante George Michael decidió invitar a Tatjana y el resto de las supermodelos luego de ver la portada de la revista para que aparecieran en el video musical de su canción Freedom, marcando de esta forma otro momento icónico en su carrera.
La muerte de Tatjana Patitz ocurrida en Santa Bárbara, California, donde vivía hace muchos años con su hijo Johan, quien tiene 19 años de edad, hizo que una de las figuras más influyentes del mundo de la moda se deshiciera en halagos y expresara lo que representó para la industria la modelo fallecida.
Anna Wintour , editora de Vogue, describió con gran aprecio a la supermodelo, quien fue apadrinada por Peter Lindbergh (fallecido en 2019) y trabajó también con grandes fotógrafos como Herb Ritts y Patrick Demarchellier, quien falleció en marzo de 2022.
“Tatjana siempre fue el símbolo europeo de la elegancia, como (las actrices) Romy Schneider y Monica Vitti. Era mucho menos visible que sus compañeras, más misteriosa, más madura, más inalcanzable y eso tenía su atractivo”, dijo la editora, según dio a conocer la propia publicación.