Kim Kardashian insiste en que Kanye West le pague una pensión de manutención para demostrar que "se toma en serio el acuerdo al que han llegado acerca de sus cuatro hijos.
Los dos compartirán la custodia física y legal de los niños y tendrán acceso a ellos por igual, aunque en la práctica pasarán la mayor parte del tiempo con su madre, como han venido haciendo hasta ahora.
Está claro que Kim no necesita el dinero. De hecho, ahora mismo su situación financiera es mucho mejor que la de Kanye, que ha perdido su contrato millonario con Adidas por los comentarios antisemitas que hizo públicamente y hace poco descubrió que podría recibir una multa muy elevada por evasión de impuestos.
Sin embargo, para ella era muy importante que su ex le demuestre que está comprometido con que eduquen juntos a sus hijos pasándole cada mes 200.000 dólares.
Ahora mismo eso es lo único que puede controlar de su relación con Kanye. A cambio, ella costeará la mitad de los gastos relacionados con la educación y la seguridad de sus hijos, y solo le pide a su ex que no se instale en la casa de soltero que tiene cerca de su mansión familiar. De hecho, según las negociaciones de su divorcio, Kim se quedará con esa casa valorada en 4,5 millones de dólares.