Desde hace más de dos años Adele hizo un cambio de vida completo, que incluyó varias rutinas de ejercicios y una alimentación más saludable. Sin embargo, la intérprete acaba de confesar que una vez a la semana rompe la dieta y se da un “lujito”.
La intérprete de “Easy on me”, platicaba con la edición británica de la revista Vogue sobre lo que le gustaría comer en su última cena, y su respuesta respondió a más de uno, pues el menú incluye platillos que son todo menos fit y light.
Y es que Adele confesó que una vez a la semana recurre a McDonald’s para quitarse los antojos de los cuales aún no se ha podido deshacer.
"Mi comida ideal, mi comida del corredor de la muerte, mi última comida sería un McChicken Nugget con una Big Mac y luego papas fritas. Ese es mi plato de tres. ¡Lo como al menos una vez a la semana! ", reveló a la publicación, que compartió la entrevista en YouTube.
Durante la entrevista la cantautora reveló que a pesar de que podría pagarse un chef personal, es ella misma quien prepara sus comidas.
“Aprendí a cocinar por mi cuenta cuando tenía 18 años. Recibía montones de comida para llevar y me costaba demasiado dinero, así que creo que leí '30 -Minute Meals' (comidas en 30 minutos) de Jamie Oliver. Así es como aprendí los conceptos básicos de la cocina”, comentó Adele.
Entre sus platillos estrella está una pasta italiana picante y cada domingo prepara un platillo muy británico: el Sunday roast. "Mi plato británico favorito sería el asado de los domingos, que es el favorito de mi hijo”. El platillo consiste en roast beef, papas asadas, salsa gravy y quizá un pudín Yorkshire.
