Desde hace unos años el mundo de la moda se ha propuesto revisar a fondo los cánones de belleza por los que se rige para comenzar a reflejar una versión aproximada del mundo real. Esto incluye, por ejemplo, no retocar a sus modelos en las campañas publicitarias o ampliar el espectro de tallas que aparecen en las pasarelas.
Esta semana la hija de Kate Moss, que está siguiendo los pasos de su famosísima mamá, y rompió una nueva barrera al desfilar en Milán con un accesorio muy especial: su bomba de insulina, un pequeño dispositivo que lleva colocado en la cara externa del muslo y que le administra insulina de forma continuada.
Este aparato quedaba perfectamente a la vista mientras la joven Lila Grace participaba en el esperado desfile de Fendi x Versace bautizado como 'Fendace' porque su atuendo consistía en un bañador estampado, una chamarra corta a juego y un bolso.