Esta semana, durante sus vacaciones en St. Tropez, Jennifer Lopez y Ben Affleck se han dedicado a recrear el videoclip "Jenny from the Block” de 2002, en el que aparecían tomando el sol muy acaramelados..
Aunque ella sí se ha dejado ver en bikini disfrutando a bordo de un yate, él ha preferido no quitarse en ningún momento la camiseta, quizá para no mostrar uno de sus tatuajes más controvertidos que él ha tenido que defender a capa y espada desde que se lo hizo.
En 2015, en medio de su proceso de divorcio de Jennifer Garner, el actor y director decidió tatuarse un ave fénix que le cubría la mayor parte de la espalda.
Tanto su ex esposa como Jennifer Lopez dejaron claro que no era de su agrado: la primera, con quien tiene tres hijos, se limitó a comentar un año más tarde, con mucho sarcasmo: “¿Se supone que yo soy las cenizas de las que renace?”, cuando le preguntaron qué opinaba del diseño.
Mientras, la “diva del Bronx” reconoció en 2016 que le parecía excesivamente colorido y llamativo. "Le preguntaría en qué estaba pensando. Son muchos colores. Siempre se hace tatuajes demasiado coloridos. Deberían ser... mejores", confesó ella en el programa Watch What Happens Live.
En ese entonces, hace casi seis años, nadie pensaba que Jennifer y Ben podrían darse otra oportunidad en el terreno sentimental, pero ahora que están juntos y felices, sus fans no pueden evitar preguntarse si Jennifer convencerá a Ben para que modifique su tatuaje o incluso para que lo elimine recurriendo al láser.
Por otra parte, las siempre temibles redes sociales no han tardado en comenzar a especular qué se tatuará el intérprete si finalmente su reconciliación con Jennifer no sobrevive al paso del tiempo.