Johnny Depp sigue adelante con su particular cruzada pública y legal contra Amber Heard, quien fuera su esposa y con la que protagonizó uno de los procesos de divorcio más conflictivos y duraderos de los últimos años en el marco de la crónica social hollywoodiense.
En esta ocasión, sin embargo, el objetivo directo de sus últimas medidas legales no ha sido la actriz australiana, de quien busca una compensación por acusarle, injustamente a su juicio, de haberle maltratado físicamente.
La nueva disputa legal es contra la Unión por las Libertades Civiles de América: una de las dos organizaciones, junto al Hospital Infantil de Los Ángeles, con las que la actriz pretendía colaborar al comprometerse a donar siete millones de dólares procedentes de su acuerdo de divorcio.
Y es que el artista quiere forzar a la institución, por medio de una orden judicial, a que revele públicamente si su ex mujer ha llegado a abonarles realmente su parte correspondiente de la mencionada cantidad:
Una promesa que sin duda benefició notablemente a su imagen y reputación, pero cuya materialización se retrasó considerablemente debido a las dificultades económicas que atravesaba la artista precisamente a causa de sus litigios con Johnny, como explicaría ella misma.
De acuerdo con el testimonio de fuentes conocedoras del caso, el requerimiento legal de Johnny Depp a la primera de las organizaciones mencionadas quedó registrado esta semana en un tribunal de Nueva York y forma parte de la demanda general por difamación que iniciaron sus abogados contra Amber Heard hace ya más de un año.
El detonante de esta última batalla judicial fue una columna de opinión firmada por la artista y publicada en el diario Washington Post en 2018, en la que hablaba de sus supuestas experiencias como víctima de violencia de género y, concretamente, del presunto carácter agresivo e irascible de quien fuera su marido.