El miedo más grande al que Katy Perry se enfrentó como futura mamá

La artista tuvo que 'reprogramar' su mente para poder tener una visión propia de la maternidad, alejada de su educación cristiana.
Katy Perry

Katy Perry volvió a sincerarse abiertamente sobre su inminente debut en la maternidad, aunque en esta ocasión optó por remontarse a sus primeras semanas de embarazo y, en este contexto, revelar que uno de sus principales temores pasaba por no desarrollar a tiempo su "instinto maternal".

En este sentido, la estrella del pop tuvo que "reprogramar" su mente para poder concebir una visión propia de la maternidad, una que estuviera alejada de las estrictas normas y clichés de la educación cristiana que ella recibió durante su infancia y adolescencia en California. Cinco años antes de quedarse embarazada, la artista ya renegaba hasta cierto punto de ciertas reglas que, en su momento, ella consideraba parte de su formación.

"Hace cinco años ya me dije: 'Tengo que sacar esto de mí'. Y empecé a bucear en las razones que me hacían sentir insegura sobre mi propia experiencia personal. Y después conseguí reprogramar mi cabeza. Creo que nuestro cerebro se adapta con cierta facilidad a los cambios y solo se necesita tiempo y fuerza de voluntad", explicó en su entrevista a Los Angeles Times.

Tanto Katy como su prometido Orlando Bloom, padre de la futura bebé, están decididos a criar a su hija en función de una serie de valores más ligados a la sociedad moderna, respetuosa y tolerante a la que aspiran a contribuir, así como con el convencimiento de que su pequeña ha de poder perseguir sus sueños sin más restricciones que las inevitables.

"Desde luego quiero que tenga una infancia diferente a la mía. La animaremos a seguir sus ambiciones creativas, a desarrollar el pensamiento crítico y, por supuesto, a tener libertad de elección a lo largo de toda su vida", aseguró la intérprete de 35 años.