El pasado mes de enero Pamela Anderson pasó doce días casada con quien fuera su novio de la juventud llamado Jon Peters que, antes de que ellos se reencontraran cuando la actriz regresó de someterse a una cura espiritual en la India y volvieran a enamorarse locamente, estaba comprometido con otra mujer.
Esa breve unión, que nunca llegaron a formalizar legalmente presentando la documentación necesaria, acabó entre acusaciones cruzadas de "traición" -por parte de Pamela- y de "oportunismo" en el caso de Peters, ya que según este la antigua protagonista de Guardianes de la Bahía esperó a que
Ahora Peters retomó la relación sentimental a la que renunció para pasar por el altar con la que consideraba "la chica de sus sueños", según afirma el portal Page Six, aunque en esta ocasión habría decidido tomarse las cosas con más calma y esperar un tiempo prudencial antes de volver a pensar en matrimonio.
Llama la atención que su novia, una actriz cuyo nombre artístico es Julia Faye West, sea también una rubia explosiva, por si eso no fuera suficiente, también convertió el activismo en defensa de los animales en una de sus prioridades.
Puede que ahora Peters decida darle a ella el papel que supuestamente había reservado para Pamela en la película que está produciendo y que esta última se habría negado a aceptar por miedo a que fuera el primer paso para permitir que su entonces marido empezara a controlar su carrera.