La cantante Adele no ha querido pronunciarse abiertamente sobre el fin de su matrimonio con Simon Konecki, con el que tiene al pequeño Angelo (6), pero al menos ha hecho un ejercicio de introspección en las redes sociales y mostró, como el común de los mortales, que su estado de ánimo no está exento de cambios por los episodios que se sucedan en su vida cotidiana
"Cuando te dejas llevar por tus sentimientos empiezas a recordar quién eres", escribió la diva de la música en un arrebato de sinceridad al tiempo que publicaba dos imágenes que la retratan en momentos claramente dispares: en una de las fotos aparece llorando de emoción tras ganar un premio y, en la otra, irradiando fortaleza en medio de uno de sus conciertos más recientes.
Esta es la primera vez que la vocalista británica hace referencia, por sutil que sea, a la etapa emocional que atraviesa desde que su representante anunciara públicamente su regreso a la soltería hace algo más de dos semanas. Posteriormente, fuentes cercanas a la artista aseguraban a la prensa de su país que, además de separarse, la expareja habría completado ya todos los trámites para disolver legalmente su matrimonio tres años después de esa boda secreta con la que formalizaron su relación en 2016.
"Públicamente, Adele se está encargando de que no trasciendan demasiados detalles sobre la ruptura, pero en privado habla con mucha claridad sobre el hecho de que Simon y ella ya se han divorciado. Le ha estado diciendo a sus amigos más íntimos que su matrimonio está acabado y que ya es parte del pasado", explicaba un informante al periódico Daily Star.