Definitivamente Meghan Markle es mucho más que la actual novia del príncipe Harry , además de su exitosa carrera actoral también es una activista por los derechos de las mujeres y habla abiertamente de problemas raciales.
Meghan tiene su propia página web llamada The Tig, en la cual ha escrito diversos textos contando las experiencias de su familia en el tema del racismo, como la experiencia de su abuelo en el movimiento de los Derechos civiles.
Este mes, en una entrevista con la revista Allure, la estrella de Suits habló sobre su experiencia en un hogar birracial, teniendo una madre afroamericana y un padre caucásico, y de como esto ha afectado su camino en Hollywood.
Meghan dijo que aunque siempre sintió un sentido de “pertenencia” con su familia cuando era niña, fue cuando creció que empezó a cuestionar su herencia, concretamente cuando tuvo una clase de Estudios Afroamericanos en la Universidad Northwestern.
Cuando empezó a actuar, las audiciones empezaron a hacerla cuestionar su etnicidad “en los castings me etiquetaban como ‘étnicamente ambigua’ ¿era latina, sefardí ‘caucásica exótica’?, apuntó Meghan.
“No era lo suficientemente negra para los papeles de negra y tampoco era tan blanca para los de blancos, lo que me dejaban en medio como el camaleón étnico que no podía conseguir trabajo” dijo a ELLE UK. Pero en lugar de encasillarse en papeles de “blanca o negra”, prefirió alzar su voz y definirse como “una mujer birracial fuerte y orgullosa”.
Esto significó abrazar otra de sus características físicas únicas, las pecas. La actriz reconoció en Allure que le disgusta mucho que quiten o editen sus pecas en las fotos y defiende su decisión con un consejo que le dio su papá: “Una cara sin pecas es una noche sin estrellas”.