Mientras abandonaba el club Le Quai en Saint-Tropez a las cuatro de la mañana, Cristiano Ronaldo hizo una parada entre algunos autos y a las afueras de una heladería, para hacer sus necesidades fisiológicas.
Tras escabullirse y unirse con sus amigos, al futbolista del Real Madrid se le aproximó la policía francesa y lo detuvo. Y aunque el incidente no pasó a mayores, puesto que luego de unos minutos los uniformados únicamente le pidieron que se retirara del lugar, el bochornoso momento fue captado por los paparazzi.
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A pesar de esto, el ex de Irina Shayk continúa disfrutando su estadía en las costas de Francia, donde hace unos días presumió de su hot body y pasos de baile en un yate como el invitado de honor del empresario Sir Phillip Green.