Pablo Lyle se pone navideño con Quien.com

Afuera estábamos a 19º centígrados o más, pero dentro del estudio de Expansión Pablo Lyle podría haber sobrevivido temperaturas bajo cero. Con una bufanda, sobre un abrigo, sobre un suéter, sobre una camisa, Pablo le daba la bienvenida a la Navidad frente a la lente de nuestra fotógrafa en una sesión que lo llevó a saltar, dar piruetas, gesticular y maniobrar sobre un banquito, como usualmente no hace. Pero ¡hey! todo sea por Navidad.

"Es mi etapa favorita del año. Me encanta", me confiesa luego de que nuestra fotógrafa lo hiciera utilizar su bufanda como turbante y él volteara a ver al resto de los presentes con cara de, ¿es en serio? Y sí lo era. "Es una época que yo disfruto mucho. De chiquito yo sí aplicaba la de ya me voy a dormir para que llegue Santa Claus más rápido. Yo, siete de la noche y ya me quería dormir. Ni me dormía y acababa por salir a husmear para ver si lo veía. Nunca lo pude ver."

"Jala tu suéter", le dice nuestra fotógrafa. "Ahora da una vuelta y cuando termines me sonríes". Toda una proeza para el nacido en Mazatlán que llevaba cuatro años sin poder tener unas merecidas vacaciones de invierno. "Mis últimas Navidades han sido un poco ráfagas. Termino volando el 24 y me regreso el 25 en la noche para grabar el 26", me cuenta sobre sus recientes fiestas. "Este año es el primero que tengo vacaciones en estas fechas. Me voy mañana y regreso hasta enero." Hogar dulce hogar se alcanza a respirar en el aire. Pese a su ajetreada agenda, Pablo realmente se confiesa una persona familiar, después de todo, lo que más disfrutaba de las fechas cuando era pequeño era poder ver a sus primos que vivían fuera de Mazatlán. ¡Y la comida! "Me gusta mucho comer los platillos de la navidad...que en mi tierra son un poco diferentes a los de aquí. Hay pavo, pero también hay mucho marisco."

Échandose un clavado al pasado, Pablo recuerda el juguete que de niño le obsesionaba. "Había un carrito de control remoto que yo quería muchísimo. Era un carro que se daba vuelta y seguía su camino. ¿Cómo se llamaba? No me acuerdo. Pero chocaba contra la pared y seguía sirviendo. Yo lo quería desde como tres meses antes de Navidad, y Navidad no llegaba." Los ojos se le iluminan cuando habla del Ricochet -nombre verdadero del carro de control remoto del que habla (lo tuve que investigar). "Llegó juntó con una bici que estaba increíble, pero no volteé a ver nada más. Lo abrí y lo tiré a la calle; porque aparte en el comercial lo aventaban, así que hice exactamente lo mismo...me duró como tres meses el mentado carrito."

El nombre del carrito no fue lo único que Pablo olvidó de aquellos tiempos. Cuando le pregunto por su película navideña favorita me sabe decir hasta el último detalle...excepto el nombre. "Hay una mexicana viejita en la que sale el Diablo y Santa Claus y tiene una llavecita y con esa llave abre todas las casas de México, no me acuerdo cómo se llamaba. ¿No la viste? ¡Está padrísima! Todo pasa en el D.F. Había un niño, chaparrito, güerillo, que hablaba así *agudiza la voz para imitar al niño*. ¿No?..." Resulta que la película se llama 'Santa Claus', es de 1959 y en ella actúan José Elías Moreno, José Luis Aguirre, Armando Arriola y Cesáreo Quezadas (también lo tuve que investigar). "En general no soy mucho de ver películas navideñas. Cuando eres de pueblo como yo lo que quieres hacer es salir a la calle, a la playa. Yo prefiero andar de vago en Navidad."

La casa en México de Pablo Lyle huele a pino. Aunque el actor de telenovelas vaya a pasar Navidad fuera de la ciudad, hizo lo posible por dejar su refugio en el D.F. con el mayor espíritu festivo posible: arbolito y corona de adviento incluídos. Y eso no fue lo único que Pablo preparó por anticipado. "Me adelanté a mi propósito de Año Nuevo que era dejar de fumar. Dejé de fumar antes de enero porque se me hizo tarde dejarlo hasta el 2013. ¡Dije ya!" Fuera de eso, el actor no está del todo convencido de poder cumplir sus otros propósitos. Como me confiesa, raramente lo hace, especialmente si de levantarse temprano para hacer ejercicio se trata. "Prefiero ir a hacer ejercicio a las 12 de la noche, llegar a la una y media a dormir y despertarme a las siete-ocho. Si me levanto y tengo tiempo, desayuno, veo tele. Como que la mañana es bonita, no hay por qué meterle rigor al cuerpo, pero veo que todo mundo sano lo hace. La gente sana hace ejercicio temprano. Lo voy a intentar."

Laboralmente, Pablo vislumbra el 2013 como un año en el que pretende probar nuevos escaparates. "Quiero hacer cine. Quiero encontrar esa obra de teatro que yo quiera hacer, que me vuelva loco. Hay proyectos que tengo -míos- que me gustaría sacar adelante. Creo que vienen cosas buenas el año que viene."

De vuelta a su playera blanca y jeans, Pabo Lyle se sacude el calor de nuestra Navidad temprana. Pero no borra su sonrisa y excelente actitud. Terminó prácticamente usando su bufanda como venda de momia (idea de la fotógrafa), y ya nada lo sorprende. Su ánimo permanece sonorizado por tintineo de campanas y el sabor de una enorme cena familiar por venir con la gente que más quiere. Después de todo y en sus propias palabras, "siento que la Navidad huele distinto, es una época que sabes que viene. Sola. Sin que pase nada..."

¡Mira aquí el resto de las fotos de este navideño photoshoot con Pablo Lyle!

Peinado: Oscar Huerta

Maquillaje: Luz María Espejel, Estee Lauder

Jeans, saco, suéter y camisa: Tommy Hilfiger