Nadie confundió jamás a Tony Scott con un gran realizador de dramas. Fue un director con quien la crítica a veces se ensañaba por abrumarlos con imágenes a costa de la trama misma; un cineasta que no deslumbró la imaginación con visiones de mundos perdidos o extraterrestres, como su hermano Ridley Scott. Tony Scott fue un populista típico de Hollywood, un hombre de películas de acción, puro y simple. Con cintas que mostraron a Tom Cruise como un atrevido aviador en "Top Gun" (1986) y a Denzel Washington amotinado contra un capitán inestable en "Marea roja" (1995) o tratando de detener un tren fuera de control en "Imparable" (2010), Scott dominó cielo, mar y tierra en nombre de la adrenalina.
Justin Timberlake: “Que triste escuchar la noticia sobre Tony Scott. Sus película hicieron que mi infancia fuera más divertida. Mis plegarias y condolencias para la familia de Scott”.