El look de Kate bajo la lupa
El vestido Se trata de un diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen, acinturado, en color blanco cremoso, de manga larga en encaje, cuello en V y ceñido en el torso. Está hecho en gazar blanco y está inspirado en una flor abierta. La cola mide dos metros con 70 centímetros. La parte trasera está terminada con 58 botones cubiertos de gazar y satén, y la elección de materiales como el encaje Cluny inglés y Chantilly francés fueron supervisadas directamente por Sarah Burton. Ve todos los detalles del vestido aquí.
El velo Está hecho de capas de tul de seda color marfil y fue bordado por la Royal School of Needlework, quien asistió a la firma Alexander McQueen en todo los detalles requeridos. La tiara Pertenece a la Reina Isabel II y fue creada por Cartier en 1936. Tal como lo cuenta la página oficial de la boda, la tiara estilo `aureola´ fue comprada por el Duque de York –quien se convertiría en el Rey Jorge VI- para la su esposa, quien sería la Reina Madre y a su vez la regaló a la entonces Princesa Isabel cuando cumplió 18 años.
Las joyas
Los aretes de Kate fueron diseñados por Robinson Pelham y fueron hechos para complementar la tiara. Son en forma de hoja con diamantes de gota y uno suspendido en el centro. Están inspirados en el nuevo escudo de armas de la familia Middleton, el cual incluye bellotas y hojas de roble. Fueron un regalo de los padres de Kate para su hija en este especial día.
El maquillaje
Fiel a su tradición, Kate no exageró en maquillaje. Lo más impactante es que, con el fin de verse natural, la esposa de Guillermo se pintó ella misma. Para ello, recibió clases de un famoso maquillista londinense y obtuvo buenos resultados. Lució una piel bronceada, ojos delineados, sombras en tonos tierra y muy poco color en los labios. Nada que robara la atención.
Los zapatos
Aunque no se ven todo el tiempo, los zapatos de la novia deben combinar belleza y comodidad. Los de Kate fueron elaborados de igual manera por Alexander McQueen. Son de satén y hechos a mano. Los bordados corrieron a cargo de la Royal School of Needlework.
El peinado
El pelo es uno de los atributos más característicos de la Duquesa de Cambridge, por lo cual la forma en que lo llevaría causó mucha expectativa. Finalmente, Kate complació tanto a los que lo querían suelto como a los que deseaban verla de recogido, pues se decidió por una media cola que le permitía lucir fresca y elegante –y lucir esa impactante tiara- sin verse muy aseñorada.
El bouquet
No sólo es una combinación de flores, sino que cada uno de los elementos que lo componen tienen un significado y están relacionados de alguna manera con la familia real. En este caso, se eligió un ramo en forma de escudo con lirio del valle, que significa el regreso de la felicidad, “Sweet William” o minutisa, cuyo significado es la galantería, jacinto, que equivale a la constancia del amor, hiedra, que representa el afecto, la fidelidad y la amistad, y arrayán, que es el emblema del amor.
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