Los paparazzi los descubrieron en su salida de Madrid, en el aeropuerto de Barajas, y fue fácil descubrir a dónde se dirigían. ¿El destino? La calurosa ciudad de San Francisco, donde el futbolista
Ahora, en la ciudad norteamericana, el romance no para. Se les ve caminando por las calles, siempre de la mano, e incluso se refugiaron en una tienda de souvenirs, donde se besaron y abrazaron mientras elegían qué llevar. Iker se decidió por una sudadera blanca estampada. Aunque su relación ya era conocida por todos, -incluso se acusó a
de distraer al jugador- la pareja consiguió su mayor fama cuando, al finalizar la Copa del Mundo y en plena entrevista, dejando una estampa inolvidable que los ha convertido en celebridades.