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Presidente admite hijo cuando era obispo

Fernando Lugo, mandatario paraguayo aceptó, la paternidad de un niño de casi dos años, luego de la demanda de filiación presentada el miércoles pasado en su contra.
mar 14 abril 2009 10:20 AM
Fernando Lugo, mandatario paraguayo aceptó, la paternidad de un niño de casi dos años, luego de la demanda de filiación presentada el miércoles pasado en su contra.
Fernando Lugo Fernando Lugo, mandatario paraguayo aceptó, la paternidad de un niño de casi dos años, luego de la demanda de filiación presentada el miércoles pasado en su contra. (Foto: AP)

El presidente paraguayo, el ex obispo Fernando Lugo, puso fin ayer a la expectación suscitada durante la Semana Santa en el país, al asumir la paternidad de un niño de casi dos años, luego de la demanda de filiación presentada el miércoles pasado en su contra. Tras admitir los abogados del mandatario que intentaron negociar con los defensores de la madre, Viviana Carrillo, de 26 años, un arreglo económico para que no saliera el caso a la luz pública, él adelantó ayer su rueda de prensa de los martes para admitir que es el padre de Guillermo Armindo Carrillo, quien el 4 de mayo próximo cumplirá dos años de edad. “Hubo una relación”. “Es cierto que hubo una relación con Viviana Carrillo”, afirmó en la lectura del mensaje, en el que aseguró además que asume “todas las responsabilidades que pudieran derivar de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño”. Las dudas se habían instalado apenas conocida la denuncia, porque la mujer desmintió haber firmado la demanda en una breve nota, sin rúbrica.

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Viviana Carrillo, de 26 años, es la madre del niño.
Viviana Carrillo, de 26 años, es la madre del niño.


Además, los principales colaboradores de Lugo desacreditaron la demanda e, incluso, involucraron a los abogados que la presentaron en el juzgado, Walter Acosta y Claudio Costinchok, de una maniobra política o de intento de extorsión al gobernante. Pero el mandatario, de 58 años, corrigió ayer a sus propios colaboradores, y defendió que se haya tardado cinco días en confesar o en aparecer en algún acto religioso, propio de la Semana Santa, alegando que, “como paraguayo, como Presidente de la República, como cristiano y laico no he querido apresurarme a dar respuesta durante este consagrado tiempo”. Lugo, quien en diciembre de 2006 renunció al obispado en la diócesis de San Pedro, la región más pobre del país, de donde es oriunda la madre del niño, para dedicarse a la política, dijo que, “a partir de este momento y atendiendo a la privacidad del niño y a las altas responsabilidades que al mismo tiempo me impone el ejercicio de la Presidencia, no formularé más declaraciones sobre el tema”. “Duro golpe”. El obispo sustituto de Lugo en la diócesis de San Pedro, Ignacio Gogorza, dijo que lo ocurrido “es un golpe duro para la Iglesia católica y un mal ejemplo, que traerá pérdida de confianza hacia la institución de parte de la ciudadanía”. Por el contrario, el obispo Mario Medina, de la diócesis de Misiones y Ñeembucú y allegado de Lugo, apeló al viejo refrán de “más vale tarde que nunca”. “Es un acto de valentía y de sinceridad, es una cuestión muy privada y personal de él. Solamente la verdad nos hará libres, dice la escritura”.

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