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Plácido Domingo deleita a mexicanos

El concierto que el tenor ofreció de manera gratuita en el Ángel de la Independencia inició con una romanza arrancada a la ópera del "Mío Cid".
dom 20 diciembre 2009 10:00 AM
El concierto que el tenor ofreció de manera gratuita en el Ángel de la Independencia inició con una romanza arrancada a la ópera del "Mío Cid".
Plácido El concierto que el tenor ofreció de manera gratuita en el Ángel de la Independencia inició con una romanza arrancada a la ópera del "Mío Cid". (Foto: Clasos.com)

El tenor Plácido Domingo (España, 1941) ofreció un concierto gratuito, anoche al pie de la Columna de la Independencia, en el que cantó, por primera vez, al lado de su hijo Plácido Domingo Jr., lo mismo que con las intérpretes Eugenia Garza, María Alejandres y Olivia Gorra. Domingo, un hombre que en sus propias palabras se forjó en la Ciudad de México, apareció en el escenario a las 20:46 horas. El cielo claro, la noche fresca y el público expectante lo recibieron con una ovación; él agradeció y dio la bienvenida a más de 200 mil almas reunidas enfrente. El concierto inició con una romanza arrancada a la ópera del "Mío Cid". "En esta interpretación, el caballero da gracias a Dios por todo lo recibido, a pesar de haber perdido una batalla", explicó el tenor al adoptar esas palabras para decirse agradecido con México, nación que siempre lo ha recibido con amor. Tras su segunda interpretación, "E lucevan le stelle", y ya sin el formalismo de la corbata, Plácido Domingo dejó a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), dirigida por el maestro Eugene Kohn, para interpretar, de forma magistral e impecable, la famosa "Marcha Triunfal" de la ópera "Aída". Como lo prometió al principio, el también director de la Opera Nacional de Washington y de la Opera de Los Angeles, destapó una sorpresa: "Juan Pablo II, el Papa que amaba a México más que a ningún otro país, el deportista y el poeta, fue elevado a Reverendo hace tres días y pronto será canonizado", recordó. Y de él, Domingo encontró tres poemas que ahora, musicalizados, interpretó para el pueblo de México apostado en pleno Paseo de la Reforma. "La libertad", "La conciencia" y "Love", esta última poesía interpretada a dúo con su hijo del mismo nombre. "Es la primera vez que cantamos juntos", resaltó el tenor quien, en su calidad de padre, reflejó el orgullo en su apacible rostro. A lo largo del concierto interpretó ópera, zarzuela y música popular mexicana sólo, a dúo, con el Coro de México, con la OFCM y con las tres cantantes en ensambles, dignos de glorificación. Narró pinceladas de su vida. "Mis padres, cantantes, llegaron a México con la compañía de Federico Moreno Torroba".

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Plácido interpretó canciones mexicanas entre ellas Júrame, En la calle donde vives tú y Bésame mucho, entre otras.
Plácido interpretó canciones mexicanas entre ellas Júrame, En la calle donde vives tú y Bésame mucho, entre otras.


Con esa evocación elevó la voz para interpretar "Los vareadores", de la zarzuela "Luisa Fernanda", original de Moreno Torroba. Al interpretar "Me llamabas Rafaelillo" de "El gato montés", ya muy entrada la noche, lucía una bufanda, porque la temperatura descendió de súbito. Nuevamente, la OFCM hizo lo suyo: sorprender gratamente al público, tan exigente como conocedor, con el intermedio de "Las bodas de Luis Alonso". En ese momento, el concierto alcanzó su primera gran cresta, pues los miles de asistentes tararearon la melodía y al final, la sellaron con una ovación. Domingo, quien hasta hoy tiene para la posteridad más de 100 grabaciones de óperas completas, compilaciones de arias y duetos que le han valido 11 premios Grammy, entró al terreno de la música popular mexicana para cantar "Júrame" y "En la calle donde vives tú", con las que intento concluir el show. Mas la asistencia no lo dejo ir. Cerca de las 11 de la noche, con un frío glaciar en el ambiente que contrastaba con el intenso calor humano que se podía palpar hasta más allá de la glorieta que enmarca al árbol monumental de la Ciudad de México, Domingo, Garza, Alejandres y Gorra se tornaron sentimentales y melosos. Luego del romanticismo y la pasión de "Contigo en la distancia", "Bésame mucho", "Dime que sí", "Granada", y "La viuda alegre", el Mariachi 2000, del maestro Cutberto Pérez, subió al escenario y los cantantes, prestos y graciosos, se "amacharon" con la música mexicana. Con "El son de la negra" vino la fiesta. "Paloma querida", "Ella", "Mi ciudad", "El rey", "Volver, volver" y "Cielito lindo", "encendieron los ánimos", despertaron pasiones y el gentío unió sus voces para cantar con un nacionalismo acendrado esas canciones que todos supieron interpretar junto a las sopranos y al tenor llamado "Rey de la ópera".

Temporada navideña al fin, todos cantantes y público entonaron "Noche de paz" y luego sopranos y tenor "Adeste fideles". Felicitaciones, aplausos de pie, más solicitudes, música de mariachi de fondo y estrellas en el firmamento de casi la medianoche, fue la estampa final del concierto, que Plácido Domingo rubricó al repetir "Bésame mucho".

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