“Empecé cantando en el coro de mi escuela y en mi casa, era un hobby que me ayudaba a sentir que era parte de algo, me sentía plena”, comenta. Los años pasaron y Auro ya no era esa niña inocente que se refugiaba en la música y se dió cuenta que no quería que este arte fuera solo un hobby, sino buscaba hacer una carrera musical. En ese momento apareció Berklee, una oportunidad para experimentar en este mundo, crecer como persona y aprender de los mejores.

Al principio fué difícil, “tenía miedo de dejarlo todo, empacar mis cosas, enfrentarme a un nuevo país con una cultura distinta y además estando lejos de mis seres queridos”, confiesa, pero poco a poco se fue acoplando a los distintos cambios, por lo que hoy ya es una Berklee Alumni que este año regresó a su país graduada con honores y no puede sentirse más orgullosa de ella misma por vencer sus miedos, superarse todos los días y crecer como artista.