Gracias a la buena relación que ellos dos mantienen es que Cayetano le ha prestado una de las propiedad más hermosas de la Casa de Alba a la mexicana para pasar esta cuarentena.

Se trata del Palacio de Arbaisenea, en San Sebastián, construido en 1881 por orden del duque de Sotomayor, Carlos Martínez de Irujo y del Alcázar, abuelo del primer esposo de la duquesa de Alba, Cayetana.

La duquesa de Alba adoraba este pequeño palacio donde pasaba una parte del verano, entre otras fechas importantes a lo largo del año. Cuando murió Carlos Martínez de Irujo, la propiedad pasó a manos de Cayetana de Alba que en vida le cedió a su hijo Cayetano.

De estilo cottage británico y rodeado de dos hectáreas de jardines, esta edificación consta de 478 metros de superficie dividido en varias plantas y un gran sótano, donde se encuentran las cocinas, despensa y una gran bodega, así como las estancias del personal doméstico.