Intentar tener un pelo largo y fuerte suele sentirse como un gran reto. Factores genéticos, hormonales e incluso estacionales influyen en qué tan rápido crece; y no es algo fácil. Sin embargo, sí existen hábitos y cuidados que pueden hacer la diferencia.
La clave está en combinar una buena rutina de cuidado con una alimentación equilibrada, productos adecuados y mucha paciencia.
Puede sonar contradictorio, pero es real. Si quieres un pelo largo y sana, tienes que cortar las puntas dañadas cada dos o tres meses. El pelo quebrado o abierto se parte fácilmente y frena el crecimiento. Un regular cut es tu mejor aliado para evitarlo.
Tener un pelo largo y fuerte no depende sólo de los productos que te pongas; también de lo que comes. Una dieta rica en vitaminas y minerales es esencial para fortalecerlo y estimular su crecimiento. Incluye alimentos con vitamina A, B y C, zinc, potasio, omega 3 y hierro. Tu pelo y cuerpo lo agradecerán.
Un cabello nutrido e hidratado crece mucho más rápido. Usa mascarillas una o dos veces por semana y añade aceites como argán, coco, oliva, romero o limón para dar un brillo increíble y nutrir la fibra capilar. Como tip alterna las mascarillas con tratamientos reparadores nocturnos para potenciar el efecto.
El must-have si buscas estimular el crecimiento es la biotina. También puedes usar serums capilares con ingredientes que fortalecan desde la raíz y mejoren la circulación en el cuero cabelludo, como cafeína o péptidos.
Dedicar 5 minutos al día para masajear el cuero cabelludo activa la circulación y ayuda a que los nutrientes lleguen mejor al folículo. Puedes hacerlo con tus dedos o con un cepillo masajeador. No es magia, es ciencia.
