Las uñas cuidadas no solo se ven bien, también reflejan cuidado personal. Pero a veces se quiebran, se debilitan o simplemente pierden ese brillo natural que tanto nos gusta. ¿La razón? Desde el uso constante de gelish o esmaltes agresivos hasta el estrés, el frío o una mala alimentación.
Si últimamente tus uñas se ven frágiles, tranquila. Es más común de lo que crees y sí tiene solución. Aquí te damos una guía rápida para repararlas y darles el cuidado que necesitan.
El exceso de esmaltes, la exposición constante al agua, los cambios hormonales o el uso de productos de limpieza sin guantes son algunas de las causas más comunes. También influyen, el clima, el estrés o la falta de nutrientes. Todo esto puede hacer que las uñas pierdan hidratación, se vuelvan más delgadas y se rompan con facilidad.
Tus uñas también necesitan respirar. Si eres fan del gelish o esmalte, intenta darles un break al menos una o dos semanas al mes. Durante ese tiempo, evita productos agresivos y opta por productos suaves y de calidad.
Después de lavarte las manos, aplica una crema que hidrate tus manos y uñas. Elige fórmulas con activos naturales como manteca de karité o aceite de almendras que hidraten la piel y fortalezcan las uñas. Son un sí seguro.
Un buen fortalecedor de uñas puede hacer la diferencia. Uno de los más recomendados es SI-NAILS de ISDIN, un fortalecedor invisible y fácil de uso diario que ayuda a mejorar el aspecto de las uñas, favorece su crecimiento y reduce el quiebre. Su fórmula con ácido hialurónico, silicio y queratina hidrata, refuerza y da elasticidad sin dejar brillo ni color.
El exfoliar tus uñas también ayuda. Hazlo una vez a la semana con un exfoliante suave o una mezcla casera de aceite y azúcar para eliminar células muertas y estimular la circulación.
Una dieta rica en vitaminas y minerales es esencial para unas uñas fuertes. Incluye alimentos con biotina, hierro, calcio, zinc y vitamina. También puedes complementar con suplementos, especialmente si notas que tus uñas se siguen quebrando.
Tener unas uñas bonitas no es sólo cuestión de esmalte, también es cuestión de salud. Cuídalas, dales un break de vez en cuando y elige productos que las fortalezcan. Una rutina simple puede cambiarlo todo.
