Kim Kardashian sin tacones, se resigna a la ropa de maternidad

Si bien es sabido que la estrella de televisión siempre se ha fascinado por usar modelos llamativos y muy ajustados con el fin de acentuar sus curvas parece ser que la futura mamá no tenía un límite pues aún con el aumento del embarazo, decidió aferrarse por sus gustos regulares.

Su fiel y ceñido estilo ha sido blanco de duras criticas que señalan que es ridícula, se favorece poco y se ve mal, lejos de ser trendy y sexy. A lo que Kim ha respondido que ya estaba preparada para tales ataques.

"Es gracioso porque mi hermana Kourtney me advirtió que cuando estás embarazada, todo el mundo empieza a opinar sobre ti y a entrometerse en tu vida todo el tiempo. ¡Así que por fin comprendo lo que se siente!", escribió en su blog.

"Vi algunos comentarios que decían que mi falda era demasiado ajustada para llevarla embarazada y ¡cosas así de ridículas! Me compré esta falda un par de tallas más grande especialmente para ponérmela durante el embarazo.

Para la gente que se preocupa por mi ropa, quiero decirles que tengo mucha adaptada al cuerpo en crecimiento de una embarazada. 'Spanx' hace ropa de embarazada que es ajustada, ¡así que la teoría esa que circulaba es ridícula! Además, me siento mucho mejor cuando llevo tacones y ropa chic. ¡Y ya se sabe que si la madre está feliz, el bebé lo estará también!", agregó.

Sin embargo aún cuando se ha mostrado muy segura de sus elecciones tal parece que el apoyo de su novio Kanye West y las sugerencias de sus seguidoras han servido de algo pues en sus últimas apariciones públicas ha optado por un carácter holgado más favorecedor, además de usar falts y flip-flops.

Así luego de que la famosa, de 32 años, expresará que Kanye amaba los cambios en su cuerpo y la hacía sentir sexy, hemos visto a Kim pasear por Los Ángeles luciendo un maxivestido de corte imperio acompañado con una sandalias de color neutro.

En otra ocasión salió con la ex de Luis Miguel, Brittny Gastineau con un vestido largo con falda asimétrica, complementado con unos zapatos abiertos dorados y un blazer en color crudo. Y qué decir de su más grande y cómodo acierto cuando viajó con unos leggings, camisa sin mangas, un trenchcoat y unos flats.

¿Aceptación o resignación? Parece que Kim no tendría de otra.