El estilo detrás la princesa más guapa del mundo
Con una personalidad reservada, una belleza indiscutible, una mirada melancólica y una elegancia innata, Charlotte Marie Pomeline Casiraghi es la cuarta en línea de sucesión al trono monagesco.
Heredera de uno de los más grandes legados de belleza y estilo, el de su madre Carolina y el de su abuela Grace Kelly, Carlota es sólo una princesa por sangre pues su madre negó que la joven, de 26 años, obtuviera su título nobiliario, con el fin de que tuviera una vida fuera del ojo público.
Fruto del matrimonio entre Carolina de Mónaco y su entonces esposo el empresario Stefano Casiraghi, la princesa nació un 3 de agosto de 1986 en Montecarlo y fue nombrada Carlota en honor a su tatarabuela, la princesa Carlota, duquesa de Valentinois.
A lo largo de su vida Carlota se ha distinguido por mostrar un pulido estilo de vestir, siempre sencillo y elegante, el cual remite en muchas ocasiones al allure de su abuela Grace Kelly.
En su vida diaria no es extraño encontrarla por las calles de París con jeans entubados y un top, valiéndose de chaquetas y sacos para destacar su atuendo. O bien durante el verano, es comunmente captada por los paparazzi en Ibiza luciendo faldas y vestidos cortos que le brindan aires feminidad.
Para ocasiones semiformales usa prendas de carácter casual como pantalones de vestir, minivestidos y tops con cortes asimétricos o sin mangas que resaltan sus hombros.
Apuesta por un maquillaje muy natural en el que enfatiza sus ojos y su boca para enmarcar sus delicadas facciones, siempre sin sobrecargar sombras. Cómoda y sencilla opta por el pelo recogido en un chongo y en una coleta.
Como experta en moda sabe lo favorecedor que es usar piezas confeccionadas en texturas ligeras con diferentes cortes para enfatizar su atlética silueta, de esta manera se vale de tonalidades suaves y sobrias, como rosa pastel, azul pastel, amarillo, negro y blanco; además de elegir sus prendas en materiales como la seda y satín.
En una constante viste piezas básicas en colores sólidos, o bien, presume la última línea ecuestre que fue especialmente diseñada para ella. En cuanto accesorios Carlota sigue el protocolo integrando complementos pequeños o discretas que la hacen lucir equilibrada.
Valentino, Giambattista Valli, Chanel, Armani y Gucci son algunas de sus firmas predilectas. Pero últimamente es Gucci quien se ha encargado de vestirla.
A pesar de su gran belleza, Carlota nunca había mostrado interés por ser modelo, sin embargo su estilo le ganó empatía con Frida Giannini, directora artística de Gucci, quien primero le ofreció confeccionar sus piezas de equitación para luego proponerle un contrato con la firma como imagen de algunos de los accesorios , el cuál aceptó y para convertirse en la nueva embajadora.
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