Después de dos años de ‘descanso obligado’ por la pandemia, al fin vuelve uno de los eventos top de la aristocracia británica: Royal Ascot. Las carreras, que como su nombre lo indica se llevan a cabo en Ascot, a pocos kilómetros de Windsor, reúnen a la crema y nata de la sociedad inglesa, incluida la familia real, para disfrutar de las carreras de caballos.
La reina Isabel, famosa amante de los caballos, jamás se pierde las carreras, pero este año al menos ha tenido que faltar al primer día debido a sus ya conocidos problemas de movilidad. Dado que el evento dura cinco días, aún es posible ver a la monarca en el Royal Enclosure. Sin duda existe una gran motivación pues tiene más de 10 caballos inscritos en la competencia.
De cualquier manera, la monarca de 96 años, que celebra en 2022 su Jubileo de Platino, se hizo presente mediante un mensaje en el programa oficial del evento.
“Tras los retos de los tiempos recientes, el encuentro real de este año ofrece una muy esperada oportunidad a los fanáticos de las carreras de todo el mundo para reunirse durante cinco días de deporte sobresaliente”, comenzó. “Una vez más, es emocionante que caballos de todo el mundo hayan viajado a Royal Ascot para competir al más alto nivel”.
Como cada año, los miembros de la realeza realizan una procesión por la pista previo al comienzo de las carreras, alrededor de las 2 de la tarde. El primer carruaje fue, por supuesto, para el príncipe Carlos y su esposa Camila, duquesa de Cornwall. Le siguieron los duques de Kent y de Gloucester y la princesa Ana.
Entre los royals que aparecieron el primer día fueron Beatriz de York con su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, Zara y Mike Tindall y Eduardo y Sophie de Wessex. Los duques de Cambridge, William y Kate, aún no se han presentado, pero se espera que lo hagan durante el transcurso del evento.
Como es costumbre, las royals aprovechan la ocasión para usar sus mejores looks de primavera, pero son las invitadas fuera del palco real quienes muestran los sombreros más excéntricos y originales.