Uno de los principales objetivos de la mudanza de Meghan Markle y el príncipe Harry a Canadá, era alejarse del hostigamiento que los medios de comunicación les han provocado desde que anunciaron su compromiso, en noviembre de 2017.
Sin embargo, a su llegada a Canadá las cosas no fueron muy distintas a como eran en Reino Unido, de hecho, casi de inmediato, un grupo de paparazzis se instalaron afuera de su propiedad para capturar la mejor imagen de la pareja y su hijo, Archie Harrison.