El generoso regalo de Isabel al hombre que evitó el secuestro de su hija, Ana

Russell vivía en Strood, un pueblo ubicado a 45 minutos de Londres y cuando la policía le entregó la notificación de Downing Street y un telegrama de la princesa Ana, donde le daba las gracias. Además también le preguntaron si la casa era de él y si tenía cuentas pendientes por pagar, ya que la reina se iba a hacer cargo de ellas, como agradecimiento y ciudadana privada.

A pesar de que han pasado casi cincuenta años desde aquel suceso, el hombre nunca había hablado sobre el tema, hasta ahora. Por otro lado, el palacio informó al diario británico que la historia de Russell era posible, pero el caso se iba quedar como un asunto privado, porque la reina no quería buscar publicidad, además de que pagó la hipoteca con su fortuna privada.

La buena acción del exboxeador y el acto de generosidad de la reina , ayudaron a que el hombre no perdiera su casa, y es que, en ese entonces vivía al borde de la quiebra, situación que arrastra hasta la fecha y por esa razón decidió subastar la medalla y la carta de agradecimiento de Ana. Su intención es dejar pagado su funeral con el dinero que reciba y que el propietario de los artículos cuente su historia.

¿Qué pasó el día del intento de secuestro?

El día que Ian Ball, un hombre con problemas mentales intentó secuestrar a la princesa Ana, se encontraban a escasos metros del palacio de Buckingham. Entre las peticiones para el rescate de la hija de la reina, se encontraba la entrega de maletines con billetes de baja denominación.

A punta de pistola Ball intentó secuestrar a Ana, pero Russell lo evitó a puñetazos, y aunque, cuatro personas resultaron heridas por arma de fuego, finalmente la princesa salió ilesa.