A primera vista podría parecer que los duques de Sussex han enfrentado suficientes cambios en los últimos meses, durante los que han dado la bienvenida a su primer hijo y se han instalado por fin en su hogar, pero parece que sus planes pasan por ampliar aún más la familia.
En concreto, la esposa del príncipe Harry estaría decidida a adoptar un nuevo perrito o perrita que se convierta en el mejor compañero de juegos de su hijo Archie -
"Meghan quiere un perro al que Archie pueda asociar con su infancia. Espero que entre los dos se establezca un vínculo muy fuerte y que compartan un montón de recuerdos", ha explicado una fuente al periódico The Sun.
El hecho de que la pareja esté decida a adoptar en lugar de recurrir a un criadero no resulta ninguna sorpresa en vista del compromiso que ella mantiene desde mucho antes de entrar a formar parte de la familia real con distintas asociaciones de animales. De hecho, una de las primeras organizaciones con las que quiso comenzar a colaborar como patrona tras su enlace resultó ser un centro del norte de Londres que se encarga de rescatar a mascotas abandonadas por sus familias.