La reina Isabel, ¿involucrada en divorcio de Haya de Jordania y Mohammed Bin?

Luego de que se diera a conocer que la princesa Haya de Jordania había iniciado los trámites de divorcio del jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum en Londres, tras desaparecer repentinamente el pasado 20 de mayo. Ahora, tal parece que la reina Isabel II se ha involucrado en el conflicto matrimonial.

Según el diario El País,

días antes de su desaparición. Ante esta teoría, algunos medios británicos han dejado entrever que la monarca habría dado asilo a ella y a sus hijos por la relación tan cercana que llevaba con su padre, Husein I de Jordania. Al parecer, Haya se habría hospedado en algún palacio de la monarca, aunque el Palacio de Kensington ha marcado su distancia del conflicto.

Aunque la reina se ha mantenido públicamente al margen del divorcio de la princesa Haya y Mohammed bin Rashid, se dice que es muy probable que esté involucrada, en primer lugar, por la relación tan cercana que mantenía con ambos y, en segundo, porque la demanda de divorcio se interpuso en Londres.

Por su parte,

e acuerdo con el diario británico The Daily Mail interpuso una demanda de divorcio en contra de la princesa en la sección de familia del Alto Tribunal de Londres, entidad que ordenó una vista previa para el próximo 30 de julio.

Aunado a ello, también trascendió que el jeque había contratado los servicios de la abogada Helen Ward, reconocida por llevar los divorcios de Madonna y Guy Ritchie; y Bernie Ecclestone y su segunda esposa, Slavica.

Entre las fortalezas que Ward le puede ofrecer a Mohammed se encuentra la reputación que ha ganado por su agudeza jurídica e intelectual en los tribunales londinenses.

En cuanto a la princesa, ella ya se alió con Fiona Shackleton, la misma persona que

y al príncipe Andrés y Sarah Ferguson. A pesar de la fama que Shackleton ganó al divorciar a los hijos de la reina, no se olvida el bochornoso episodio en el que Heather Mills le lanzó un vaso a la cara durante su proceso de divorcio de Paul McCartney, luego de reducirle 26 millones de euros a la indemnización de 140 millones que pedía.

Finalmente, al encontrarse fuera de Dubái, algunos abogados especializados en derechos humanos han cuestionado a las autoridades británicas, quienes han permitido al emir aprovecharse de algunas garantías jurídicas que lo benefician al llevar el caso en otro país.

“Resulta totalmente inapropiado que el emir puedan usar nuestro sistema judicial, conocido por su imparcialidad, porque resulta más beneficioso para sus intereses personales, cuando el sistema de su país es tan injusto y cruel con los ciudadanos británicos”, indicó el abogado Rodney Dixon al diario The Daily Mail.