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Meghan y Harry romperían el protocolo al educar a su hijo sin rol de género

De acuerdo con fuentes cercanas a los futuros padres ellos ya planean educar a su baby royal sin los estereotipos habituales de género.
sáb 02 marzo 2019 10:30 AM
Meghan y Harry
Muy cerca de convertirse en padres por primera vez todo parece indicar que los duques optarán por una educación sin rol de género para su bebé.

Por ahora ni siquiera está claro si Meghan Markle y el príncipe Harry ya conocen el sexo del bebé que esperan y que nacerá en algún momento de la próxima primavera, pero eso no ha impedido que se especule acerca de si su primer hijo será un niño o una niña.

Todo apunta a que los duques de Sussex no tienen pensado revelar ninguna pista al respecto -si es que lo saben- con los juguetes o la ropita que sin duda ya habrán elegido. Según trascendió hace unas semanas, los dos se habrían inclinado por una paleta de colores neutrales para la habitación que el bebé ocupará en su nuevo hogar en Frogmore Cottage, donde se espera que se muden antes del nacimiento, mientras que el resto de su filosofía educativa seguiría esa misma línea.

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"Meghan ha estado hablando con algunos de sus amigos acerca del parto y cómo planean educar el bebé, tanto ella como William. Sus palabras exactas fueron de forma' fluida'. Dijo que planean criar al pequeño con un enfoque fluido en lo que respecta al género y que no le impondrán ningún estereotipo", explica una fuente a la revista Vanity Fair.

En la práctica, esa intención podría traducirse de muchas formas: desde utilizar nombres neutros en lugar de masculinos o femeninos en los casos más extremos a sencillamente enseñar al niño o la niña a que elija sus juguetes o aficiones favoritas sin prestar atención a las típicas distinciones de azul-rosa o deportes de chicos y de chicas.

De resultar cierto estos rumores, significaría que Meghan y el príncipe Harry criaran a su primogénito de una manera más progresista a lo habitual en la familia real, siguiendo el camino que ya allanó la fallecida Lady Di al luchar, por ejemplo, para que Harry y su hermano el príncipe William tuvieran una experiencia escolar lo más normal posible y alejada de la formación con tutores privados por la que solía decantarse la familia real británica, y por el que también se inclinaron los duques de Cambridge cuando dieron la bienvenida a su primogénito, el principito George.

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