¿Quién es la princesa Astrid de Bélgica y por qué la admiramos tanto?

Es la primer visita oficial a nuestro país de un miembro de la realeza europea en el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque Felipe de España asistió a la toma de posesión de AMLO en diciembre pasado, el Rey vino en calidad de invitado como muchos otros mandatarios pero no en viaje oficial.
Su Alteza Real la princesa Astrid de Bélgica viaja a México en representación de su hermano el rey Felipe con la Misión Comercial que partió este sábado del país europeo con destino a México en una visita de una semana, hasta el 23 de febrero.

Este grupo diplomático está formado por el viceprimer ministro y titular económico, Kris Peeters, además de 200 empresarios que buscan expandir o fortalecer sus negocios en nuestro país. Y es que México y Bélgica ya son socios importantes en el plano comercial desde hace mucho tiempo, en especial en los bienes de servicio.
Un buen ejemplo de lo anterior es la multinacional de bebidas alcohólicas AB Inbev que compró en 2013 Grupo Modelo para ampliar aún más el grupo de marcas de cerveza que ya posee.
Así que la visita de la princesa Astrid responde a un excelente motivo para México, sobre todo en estos tiempos.

Una princesa de 10
Hay muy pocos miembros de la realeza en el mundo que gozan de tan buena imagen como la de esta royal que nos visita.
La hermana del rey Felipe de Bélgica que desde hace poco la Casa Real la ha elegido como principal representante en Latinoamérica, tiene un currículum impresionante.
Estudió historia del arte en Leiden, Holanda, así como en el Instituto de Estudios Europeos de Ginebra y en Estados Unidos. En 1997 se unió a las fuerzas armadas de su país consiguiendo el rango de coronel de unidad médica, algo poco usual en una princesa que por lo general sólo presiden fundaciones benéficas, pero Astrid quiso ir más allá y participar de manera activa en el ejército.

Posee su propia fundación “Rock Back Malaria”, cuyo objetivo es erradicar esta enfermedad. También lucha contra la lepra y la tuberculosis siendo presidenta honoraria de la fundación ONG Action Damian.
Como podemos ver la preocupación número uno de esta princesa es la salud, la cual promueve diversos programas de investigación científica y médica por lo que fue elegida como presidenta de honor de la Fundación Médica Reina Elisabeth y la Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer. Definitivamente es una de las mujeres más influyentes en este tema en toda Europa.
Pero aún hay más, desde 2013 fue nombrada especial de la Convención de Ottawa para la prohibición de Minas Antipersonales.

En el reinado de su padre, Astrid no participaba activamente en él, pero apenas su hermano Felipe llegó al trono, la princesa comenzó a tener mayor participación al punto que la nombró representante de Bélgica en las Misiones Económicas por considerarla una “mujer inteligente”. Una clara muestra de que Felipe apuesta por las mujeres y cree en su capacidad, muy en especial en la de su hermana que cuenta con una extraordinaria preparación.
Pero además de lo anterior, Astrid es una esposa y madre realizada. El 22 de septiembre de 1984 se casó con el archiduque Lorenzo de Austria-Este, nieto del último emperador de Austria, Carlos I, con él tuvo cinco hijos, los príncipes Amadeo, María Laura, Joaquín, Luisa María y Leticia María.

Así es Astrid, una princesa de nuestro tiempo que como muchas mujeres hacen malabares entre sus sueños profesionales y la familia, una mujer que aún con todo y tiara en la cabeza, lucha por dar un poco más de ella. Bien hubiera podido quedarse en Palacio contemplando la vida pero ha querido ser una royal activa.
Parece que cumple con todo con gran amor y dedicación, su fórmula para estar a la altura de las circunstancias que le han tocado vivir.