Las 10 medidas en los viajes de los royals que hacen que no sean TAN envidiables

Cualquiera creería que los viajes de cualquier miembro de la familia real son envidiables, pero la realidad es que con todos los protocolos que tienen que seguir, tal vez no son tan divertidos como parece.

1. Cuando la reina Isabel II viaja, un Doctor Naval Royal la acompaña y, antes del viaje, tiene que localizar los hospitales cercanos y las rutas más rápidas para llegar.

2. En países donde las reservas de sangre son cuestionables, la reina y el príncipe Carlos viajan con su propia sangre que va con ellos a donde quiera que se dirijan, por si llegan a necesitar una transfusión.

3. El médico de la reina y el príncipe nunca se aleja más de unos pasos de ellos y siempre tiene a la mano un kit de emergencia que incluye un desfibrilador portátil.

4. El séquito del príncipe Carlos no es tan grande como el de la reina Isabel II, pero incluye un artista que hace retratos suyos cada vez que se presenta públicamente. Su staff asegura que lo hace para ayudar en las carreras de los artistas, pero en realidad es una excentricidad del tipo de Maria Antonieta.

5. En un capricho parecido, al mayordomo del príncipe se encarga de llevar su miel de abeja orgánica favorita a todos los lugares a los que va.

6. El duque y la duquesa de Cornwall en ocasiones viajan con sus propias bebidas para evitar cualquier intento de envenenamiento. Los encargados de llevarlas son sus guardaespaldas.

7. Aunque parece que hacen viajes envidiables, sus apariciones públicas en lugares turísticos alrededor del mundo rara vez tardan más de 40 minutos y normalmente no vuelven nunca más.

8. El país en el que toman más medidas de seguridad cuando viaja la familia real es Estados Unidos.

9. Cuando la reina viaja a algún lugar, se le avisa a los chefs previamente que no cocinen con mucho ajo ni picante, para no provocarle mal aliento a Su Majestad. Tampoco come mariscos ni ningún otro alimento que le pueda causar intoxicación.

10. La stylist de la reina, Angela Kelly, viaja semanas o hasta meses previos a los viajes que va a realizar la reina para asegurarse de que lleve la ropa adecuada durante su visita.