A diferencia de otros jefes de estado que viajaron a los Emiratos Árabes acompañados de sus esposas, el soberano español se llevó con él a la princesa, quien además participó en otros eventos reservados únicamente para las consortes de los mandatarios. De esta forma, mientras el Rey y el resto de las autoridades presenciaban la carrera, Corinna disfrutaba como una más del almuerzo que la viuda del emir de Abu Dabi ofreció en honor de todas las primeras damas. Asimismo, y citando fuentes diplomáticas, el mismo diario asegura que Don Juan Carlos y Corinna fueron los invitados de honor en una recepción previa que organizó para ellos el jeque de Kuwait.
A pesar de sus intentos por retirar de la circulación todas las fotos comprometedoras que le retratan junto al monarca, Corinna no ha podido evitar convertirse, repentinamente, en uno de los personajes públicos más controvertidos en España. Aunque su amistad con el Rey se remonta a varios años atrás, como demostraron las ya desaparecidas imágenes en las que aparecen juntos en los premios Laureus de 2006, la aristócrata había logrado pasar desapercibida para la opinión pública hasta el reciente escándalo de la cacería, que además llegó a hacer tambalear los cimientos de la institución monárquica.