QUIÉN 50: Guillermo Arriaga y sus creencias al descubierto

En una honesta plática, el escritor Guillermo Arriaga habló de su inspiración, de lo que cree y de lo que no, y de lo que verdaderamente significó haber ganado el Premio Alfaguara de Novela 2020
El escritor Guillermo Arriaga y Blanca Gómez Morera, directora general de Expansión Publishing.

A

se le infectó el corazón a los 23 años cuando entrenaba box. La infección le ocasionó una gran inflamación y también un pensamiento que lo ha acompañado hasta el día de hoy: “Esa noche me vi las manos y dije ‘¿Qué he hecho con ellas? A partir de ahora voy a construir algo con estas manos’. Yo ya quería ser escritor, pero ahí dije ‘Ahora voy con todo’”.

A través de éstas y otras anécdotas, el ganador del premio Alfaguara de Novela 2020 por su novela Salvar el fuego permitió al público de Quién 50 adentrarse en su vida personal, su personalidad y su labor como escritor durante la plática que tuvo con Blanca Juana Gómez Morera, directora general de Expansión Publishing.

Capítulo 1: Empleado del mes

Memo Arriaga, como lo conocen sus allegados, reveló que no se cree el éxito y la fama que le han traído el premio Alfaguara o las películas que ha escrito (como Amores Perros). Para él, la fama que le han traído sus obras es similar a lo que le ocurre al empleado del mes en una tienda.

Salvar el Fuego le otorgó el premio Alfaguara de Novela, una de las distinciones más importantes en español.

“En enero que llegue el nuevo premio Alfaguara van a decir '¿Arriaga qué?'. No digo que no me interesan los premios, no escribo para ganarme premio, pero ¿a quién no le encanta ganarlos? Es la cereza del pastel… Yo no soy famoso. Famoso Brad Pitt. Algo que Hollywood enseña es que es más importante el prestigio que la fama, entonces mejor a empezar a cometer errores”.

Capítulo 2: Memo, los haters y la crítica

Pasa que

es de esas personas a las que les gusta que las cosas, buenas y malas, se digan de frente. Y aunque ha aguantado vara cuando maestros o críticos literarios le han tirado durísimo a sus obras, cuando se trata de gente que le tira mala onda vía redes sociales la cosa cambia completamente.

En el primer escenario, el de los críticos, Guillermo cuenta que, por ejemplo, el escritor Hugo Hiriart le dijo en un curso que su novela Escuadrón Guillotina era, literalmente, "una mierda".

“A los 29 años me gané la Beca de Literatura de Bellas Artes y el mentor era Hugo Hiriart. Escribí mi novela Escuadrón Guillotina, se la llevé fotocopiada, la empieza a leer frente al grupo y dice ‘¿Qué es esta mierda?’, agarra mi novela, la tira y dice 'Esto es basura'".

La nueva novela de Guillermo Arriaga.

“Años después publico la novela ¡y la presenta Hugo y habla muy bien de ella! Y le dije ‘¿Por qué me dijiste eso?’ y él respondió ‘Quería ver si tenías doble piel y aguantabas’".

En el segundo, el del hate de las redes sociales, el guionista de Los tres entierros de Melquíades Estrada confiesa que es de esos que espera el momento para encarar en persona a su agresor.

“No me trollean tanto. Los que más me han trolleado han sido colegas. Mandas unas cuatro o cinco señales de ‘Ok, carnal, si lo que dices en Twitter me lo vas a decir de frente, hijo de tu p*** ma***’. La crítica se acepta, se reconoce y a veces hasta se agradece, pero cuando hay un afán de humillarte personalmente, cruzas una línea”.

Capítulo 3: Ateo, anarquista y abstemio

Guillermo Arriaga puede presumir que no ha bebido una sola gota de alcohol en toda su vida y que tampoco le ha entrado a las drogas y, asegura, eso es por el simple hecho de rebelarse contra lo que se esperaba de él.

“No bebo por rebeldía, por llevar la contra. Ahí en la Unidad Modelo, donde crecí, mucha gente decía ‘Para ser hombre, tienes que beber; para ser cabrón tienes que meterte tu toque’… Aprendí que debo ser yo quien determine las cosas y no los demás. No me gusta la moral de ningún tipo y hay una moral en ‘Si no bebes entonces no eres hombre’.

Guillermo Arriaga

Y sobre su nula fe en Dios, Arriaga lo explica muy simple: nunca ha creído en un ser superior (manera de pensar que en parte fomentó su familia que era muy liberal). Subraya: en vez de voltear hacia arriba, prefiere ver siempre de frente.

“Alguna vez alguien me dijo ‘Tú eres ateo, debes ser mala persona porque nadie te vigila’. Ahora resulta que para ser buena persona necesitas ser vigilado. Lo mejor de ser ateo es que en lugar de ver arriba ves para el frente, ves al otro y te concentras en el otro”.

Capítulo 5: Riesgo, my love

Lo que inspira e impulsa a Guillermo Arriaga a escribir y crear es precisamente el riesgo. Dice que si no se la hubiera jugado con Amores Perros, proyecto al que muchos inversores le dieron la vuelta porque no estaban seguros de que fuera a funcionar a nivel comercial, quizá otra historia cantaría en el cine nacional y su propia carrera en el mundo de las letras y el cine.

Guillermo Arriaga.

“Yo no veo mi carrera sin riesgo y cada vez quiero arriesgar más. Si no tomas riesgos, para qué haces arte, para qué haces una película. Les dije a unos alumnos que uno es el escritor que puede, no el que quiere. Y dentro del escritor que puedo, quiero siempre tener riesgo. Si escribo una obra, la siguiente quiero que sea más arriesgada aún.

“Amores Perros me permitió ser arriesgado en un medio en el que hay tanto dinero de por medio que, por lo general, se quieren ir por la segura. Hubo gente que rechazó la obra porque decían: ‘¿Peleas de perros? ¿crueldad animal?’”.

Capítulo 6: Gajes del oficio

Guillermo contó que desde los 17 y durante varios años escribió a diario, sin importar que fuera 16 de septiembre o 31 de diciembre. Ahora, precisamente desde que recibió el premio Alfaguara, ha interrumpido esa costumbre, sobre todo porque se ha dedicado a la promoción de Salvar el fuego vía Zoom u otras plataformas debido a la pandemia.

Con el elenco de "The Burning Plain".

Gracias a ello ha realizado ¡1400 entrevistas en siete meses! y por primera vez en su vida ha podido tener convivencias con varios clubes de lectura a nivel mundial.

Pero ni todos los Zooms del mundo han logrado modificar su costumbre de escribir literalmente donde sea, eso sí, siempre en computadora, pues ni él mismo le entiende a su letra y lo mismo lo hace a bordo de un taxi, un avión o una estación de trenes.

Capítulo 7: “No soy Federer, soy Nadal”

Guillermo Arriaga no se considera a sí mismo escritor sino narrador de historias. “Yo no tengo la elegancia de Federer. Yo soy Nadal, yo voy por todas. Pero el que Nadal esté contrahecho no significa que no pueda ser el mejor jugador de todos los tiempos. De querer, me encantaría ser Borges, Rulfo, pero soy el que puedo ser”.