No es casualidad que conforme se acercan las elecciones, sobre todo las pesidenciales, las apariciones de las parejas de los destapados sean más numerosas, tanto en sus redes sociales como en los eventos prosetilistas, quizá como simples muestras de apoyo, o con el fin de impulsar las carreras de sus medias naranjas, que están en buscan un puesto de elección popular. Hasta ahora nuestro país ha tenido sólo primeras damas, y respecto a ellas, ha habido de todo: desde las tradicionales bien vestidas y expertas en eventos y actos del sistema DIF, hasta las que se han limitado a ser compañeras de viajes internacionales o invitadas especiales en actos protocolares.

Pero también ha habido quienes le han robado el foco al mismísimo mandatario en funciones, dentro y fuera de Los Pinos. Lo que nunca hemos tenido es un primer caballero, pero esta vez existe una posibilidad mucho más real y palpable con las posibles candidaturas de la morenista Claudia Sheinbaum, la priista Claudia Ruiz Massieu y de las panistas Llly Téllez y Xóchitl Gálvez. Como sea, el ser amado de quien gobierna o pretende gobernar será siempre una figura importante de apoyo durante el período en el poder y, en algunos casos, determinante para llegar al cargo en disputa, pues está comprobado que un compañero sentimental con buena imagen es capaz de generar empatía en el electorado y de atraer miles de votantes.