Después de que el Senado norteamericano ratificara a Christopher Landau al frente de la Embajada de Estados Unidos en México el pasado 1 de agosto de 2019, el abogado de 55 años ha comenzado una campaña para presentarse con los sectores prioritarios del país, por lo que asistió al brunch que organizó la comunidad estadounidense conocida como “The American Society” el 28 de septiembre en el hotel Marquis de Reforma.
Dentro de los asistentes al brunch estuvieron el obispo emérito de la Diócesis de Ecatepec Onésimo Cepeda, que desde que fue nombrado por Juan Pablo II en 1995 como obispo, se convirtió en uno de los hombres más poderosos de la Iglesia Católica en México, pero renunció en mayo de 2012 por cumplir la jubilación obligatoria al llegar a los 75 años de edad. Él junto a su acompañante Manuel Bernal subieron por las escalinatas del hotel para acceder al salón donde se esperaba al menos a 300 personas.
Poco después de la una de la tarde, Christopher Landau apareció en el salón que se encontraba a su máxima capacidad, recibiendo los aplausos de los presentes, así como de las personas que estaban sentadas en la mesa principal como Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte y Jesús Antonio Seade Kuri, subsecretario de América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Landau aunque no es diplomático de carrera, es integrante del Partido Republicano, nació en España y es hijo de George Landau, exembajador de Estados Unidos en Chile, Paraguay y Venezuela. En el tiempo que lleva en México Christopher Landau ya ha ganado simpatías de diversos sectores, pues se ha dedicado a visitar lugares emblemáticos del país como Xochimilco, la Basílica de Guadalupe y Palacio Nacional, etc.