Hay formas de conquistar a un nuevo público, y luego está lo que hizo Galeries Lafayette, traer la experiencia parisina directo a la Ciudad de México con un brunch tan elegante que por momentos se sentía como el Boulevard Haussmann. El icónico almacén francés celebró el pasado 24 de abril un encuentro íntimo en Lilou Restaurante, uno de los spots más chic de Polanco, donde se celebraron moda, lujo y gastronomía.
Un pedacito de París en CDMX

Entre café y estilo
El evento fue más que un brunch, fue una inmersión de la experiencia francesa. Hubo vino, champagne, un sommelier que explicó cada maridaje y un menú que celebró los clásicos de la cocina francesa. Todo, servido en un ambiente donde los detalles contaban historias, desde flores, luz natural y guiños estéticos a la arquitectura de Galeries Lafayette.

Esta experiencia tuvo una intención muy clara, fortalecer la conexión de la marca con México y los viajeros que aman la mágica ciudad. Galeries Lafayette es ese must para quienes visitan París, una parada donde el shopping se convierte en una experiencia cultural y sensorial.

Una unión con mucho estilo
La marca va más allá de vender moda; busca emocionar, inspirar y crear vínculos. Por eso este tipo de encuentros funcionan tan bien, convierten el lujo en algo más cercano, cálido y disfrutable. Y al mismo tiempo, refuerzan su estilo con el público mexicano que ama viajar, comprar bien y vivir bonito.

El brunch fue solo el primer paso con el que el almacén busca conquistar el corazón de México, en sus planes están más colaboraciones, servicios exclusivos en su flagship en París y, lo más emocionante, experiencias que celebren la conexión entre Francia y México.
Galeries Lafayette nos recordó que el lujo no es solo lo que compras, sino cómo te hace sentir. Y si te hace sentir como si estuvieras en una cafetería elegante en pleno París, entonces el trabajo está más que hecho.