Lady Gaga es el concepto camp andando. Sabía que esta era su noche para brillar y, por supuesto, no desaprovechó la oportunidad de hacerlo y marcar historia.
La siempre cautivadora Gaga llegó al museo MET de Nueva York acaparando los reflectores al aparecer con voluminoso vestido-capa color rosa de larguísima cola que era sostenida por 5 hombres que llevaban paraguas negros. Una peluca rubia, enormes pestañas complementaron su look. En un acto teatral, la estrella de A Star is Born caminó por la pink carpet y regresó, las sorpresas apenas iniciaban.
Su séquito la despojó de la capa para descubrir un elegante vestido negro del que se desprendió parcialmente. Sin embargo, el espectáculo continuó. El vestido negro superpuesto fue retirado para dejarla en un vestido rosa con el que simuló hacer una llamada mientras su maquillista también simulaba retocarla.
Con la atención sobre ella, Gaga se quitó el vestido para quedar en lencería y posar irreverente y adueñarse de las escaleras del museo.
Gaga hizo un Gaga. Volvió a hacerlo y el mundo de la moda y el espectáculo cayó rendido otra vez a sus pies. además de ello la cantante optó por un impresionante collar de Tiffany en forma de mariposa con diamantes de la colección Tiffany Blue Book 2019 para darle un toque elegante a sus múltiples looks.
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