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¿Quién es Carmen Dell&#39Orefice? La modelo de 84 años

En exclusiva platicamos con la modelo neoyorquina, quien sigue activa en su profesión. Habló de cómo inició en el mundo de la moda, de sus famosos amigos y de que no piensa retirarse.
vie 18 diciembre 2015 08:00 AM
En exclusiva platicamos con la modelo neoyorquina, quien sigue activa en su profesión. Habló de cómo inició en el mundo de la moda, de sus famosos amigos y de que no piensa retirarse.
Carmen Dell’Orefice En exclusiva platicamos con la modelo neoyorquina, quien sigue activa en su profesión. Habló de cómo inició en el mundo de la moda, de sus famosos amigos y de que no piensa retirarse. (Foto: Marco Marcovich)

Este artículo fue publicado en la edición 355 de la revista Quién® . Si deseas saber más de sus contenidos puedes adquirir dicho número en su versión digital dando clic aquí.

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Antes de que se acuñara el término "supermodelo" en los 90, Carmen Dell'Orefice ya hacía lo que ellas. Una portada en Vogue a los 15 años inició su carrera y hoy sigue llamando la atención por su trabajo y su envidiable físico a los 84 años. Aún con todo este éxito, nos sorprendió conocer a una mujer tan cálida. La cita era a las 11:30 de la mañana en el hotel Las Alcobas de Polanco y me recibió con su ya reconocida melena blanca y un "¡Bienvenida!, ¿qué te ofrezco?". Dentro de la suite, tenía preparada una mesa con sus favoritos: fresas, uvas, almendras, galletas y agua. La Grande Dame de la moda aseguró en la sesión: "soy muy buena directora de arte", con la mejor disposición a pesar de haber pasado una mala noche. "Se prendieron las luces y no las pude apagar; tengo mucho que aprender de la tecnología", nos contó. Bastaron cinco minutos frente a la cámara para demostrar las décadas de experiencia que la respaldan. Fue una especie de revelación verla reír, gesticular y hasta contar pequeños chistes para darle a nuestro fotógrafo lo que necesitaba. Sin embargo, detrás de ese carisma se esconden inseguridades que carga desde niña, "mi madre me decía que tenía orejas del tamaño de una puerta y pies tan largos como un ataúd, y eso sigue resonando en mí".

Sstéphane Rolland le otorgó el rol más deseado entre las modelos: la novia de la colección de Alta Costura.
Sstéphane Rolland le otorgó el rol más deseado entre las modelos: la novia de la colección de Alta Costura.


Llamas la atención por tu belleza, como si poseyeras el secreto de la eterna juventud. ¿Cómo te conservas?

Esa es tu perspectiva y permíteme ajustar tu visión. No poseo nada. El mundo reacciona a lo que ve, pero todos los días tengo que hacer lo mismo que el resto. Me levanto, organizo mi agenda, me lavo los dientes, hago mis ejercicios y pienso en mi día. Nací en los años 30 y no crecí con mucho, pero fui afortunada porque mi madre nunca me abandonó, ni siquiera cuando me dejaba en casas-hogar porque no tenía con qué mantenerme en ese momento. En resumidas cuentas, quiero darte una probadita de mi vida. Me halagaría la manera en que me describes, si tan sólo viviera dentro de ese ego. En ese entonces, el modelaje no era una profesión. Podías ser enfermera, maestra, ama de casa, actriz, o bien, modelo-prostituta. Pero yo no tenía pinta de eso, medía lo mismo que hoy y pesaba 41 kilos gracias a una fiebre reumática. Ha sido una increíble aventura, pero algunas cosas fueron terribles. Así que mis respuestas vienen de esas circunstancias.

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Carmen sigue obteniendo pasarelas importantes como la de Alberta Ferreti en 2011.
Carmen sigue obteniendo pasarelas importantes como la de Alberta Ferreti en 2011.


¿Te has hecho alguna cirugía? ¿Qué recomiendas?

Claro que lo he hecho. Te puedo decir cómo la ciencia me ha ayudado de pies a cabeza. A la gente le gusta empezar por mi rostro, por cómo me veo. Nunca recomiendo qué porque todos son alérgicos a algo. Mi mamá me enseñó los beneficios del aguacate para la piel y del pepino en los ojos, esas cosas son las mejores. En los años 90, me inyectaba silicona con el doctor Norman Orentreich. Pero desde que le dio un infarto, su hijo David se encarga de mí. Cuando me miro al espejo y veo algo que cuelga, pruebo algún relleno, pero en algún punto de la vida, ya no hay más que hacer porque no existe suficiente grasa o colágeno propio para sujetar lo que injertan y empiezo a perder la textura y el carácter de mis facciones.

"Vieja" no es un insulto

Sí, reaccionamos ante una mujer que sigue siendo relevante en la industria y que con casi 70 años de carrera, no existen indicios de que dejará su profesión. "Han existido rumores de que me retiré en algún momento, pero fueron periodos en los que me tomé un tiempo para tener a mi hija, divorciarme o construir una casa. En realidad, siempre he estado haciendo algo, aún en mi época de sociedad". ¿Pero qué significa esto en nuestros días? "`Vieja´ no es una mala palabra", nos dice la originaria de Nueva York. La hija de un violinista de concierto italiano y una bailarina de Broadway de Hungría es la modelo más longeva según el libro de récords Guinness. Aun con este título, no es a la única veterana de la industria a la que hemos volteado a ver en años recientes. La casa francesa Céline buscó a la escritora Joan Didion (80) para protagonizar para primavera-verano 2015, mientras que Saint Laurent eligió a la cantante folk Joni Mitchell (72) para la campaña de la misma temporada. Otra que ha cautivado a firmas como Kate Spade y a millennials amantes de la moda es Iris Apfel (94), a quien Carmen considera una buena amiga.

Carmen considera a Iris Apfel su alma gemela. Aquí saludándose antes del desfile de Ralph Rucci en 2013.
Carmen considera a Iris Apfel su alma gemela. Aquí saludándose antes del desfile de Ralph Rucci en 2013.


El tener el pelo blanco es considerado cool, y mujeres como Iris Apfel siguen redefiniendo la industria.

¡Me alegra que la menciones! La conozco tan bien. Es una mujer demasiado creativa. La gente no la puede imitar porque terminan viéndose ridículos. En cambio, ella se ve bien porque conoce sus proporciones.

¿Por qué crees que siguen siendo relevantes? ¿Qué dice esa voz dentro de ti?

Dice: "¿No es fascinante que el mundo de la moda siga prestándole atención a la demografía de una sociedad que vive más tiempo?". A veces odio lo que me ponen. Voy a cumplir 85 años en junio y hay cosas que no elegiría porque es incómodo. Mi filosofía [al vestir] es usar algo que me permita sentarme. Los pantalones de piel no son para mí. Me dan calor, ¿qué te puedo decir? Antes lo hacía, hasta encogía mis dedos para que me quedara el zapato, torturaba mi cuerpo con tal de que quedara la foto.

En esa época, Carmen posaba para fotógrafos como Richard Avedon, Cecil Beaton, Horst P. Horst, Irving Penn y Norman Parkinson, con quien mantuvo una relación. También posó desnuda para Salvador Dalí.

Los años no pasan por ella. Aquí hace 10 años.
Los años no pasan por ella. Aquí hace 10 años.


¿Qué aprendiste de ellos?

El buen gusto y la simplicidad. No podía imaginar lo que era la vida si no era a través de los ojos de estas personas con las que trabajé. Fueron mi familia, me enseñaron quién era y aprendí a bailar frente a su cámara.

De bailarina a modelo

¿Qué querías ser cuando eras niña y cómo creías que sería la vida?

¡Bailar! Dejé de hacerlo por una grave enfermedad que me mantuvo en cama durante un año -tenía 11 años-.

La esposa de un fotógrafo la descubrió en el trayecto a casa.
La esposa de un fotógrafo la descubrió en el trayecto a casa.


Carmen sigue entendiendo la vida desde la perspectiva de una bailarina. De niña, obtuvo una beca en la prestigiosa compañía Ballet Russes en Nueva York. La enfermedad la obligó a dejar su pasión y nos confesó: "Fue cuando morí. Todo lo que le siguió después de mi muerte, es mi vida de fantasía. Mi carrera accidental empezó a los 13 años". Después de una de sus clases de ballet, tomó el camión de regreso a casa. En este también iba la esposa de un fotógrafo que trabajaba para la revista Harper's Bazaar y le pidió que fuera a su estudio al día siguiente. Después de esta sesión, le dijeron que no era muy fotogénica. Este comentario llegó a oídos de su padrino, Gregory D'Alessio, un reconocido caricaturista del New Yorker. Él la recomendó con una amiga que trabajaba en Vogue, Carol Phillips, la misma que años más tarde fundó Clinique. Para 1947, dos años después, apareció en la portada de la legendaria revista de moda. Y desde entonces, le siguieron innumerables campañas para firmas como Chanel y Christian Dior.

A los 13 años posó para su primer portada en Vogue, que salió en 1947, dos años después.
A los 13 años posó para su primer portada en Vogue, que salió en 1947, dos años después.


¿Cómo utilizas el ballet para comunicar una historia?

Está en cada célula de mi cuerpo. Me enseñó a castigar mi cuerpo. Cuando me paraba en puntas, sangraba la zapatilla, pero tenía que hacerlo. La mente bloquea el sufrimiento, sólo importa la persona a la que ves e intentas emular. Soy el producto de la gente que le apostó a mi educación. Ese producto se llama Carmen, pero no me puedo adjudicar los logros como si lo hubiera hecho por mí misma. Tan sólo intenté tomar buenas decisiones. Nunca tomé, fumé, ni consumí drogas. Desde chica entendí lo difícil que era la vida y el pasar hambre. Odio el desperdicio más que nada.

Carmen fue una niña enferma pero en 1946 ya era modelo.
Carmen fue una niña enferma pero en 1946 ya era modelo.


Y desde tu "muerte", ¿has tenido momentos en los que has revivido?

¡Por supuesto! A los 10 años tenía claro que mi mamá no tenía suficiente dinero para darme de comer. Así que cuando pude traerle a mi mamá un cheque de Condé Nast, me sentí aliviada porque sabía lo difícil que era para ella y lo cansada que estaba. Supe en ese momento que había hecho algo bueno y que de alguna manera estaba actuando como su esposo. Era una mujer muy inteligente con ganas de ir a la universidad. Cuando le dije que tenía suficiente dinero, pudo estudiar en Hunter College. Se graduó a los 43 años con honores.

Te has encontrado con dificultades económicas desde tu infancia, hasta un escándalo reciente con Bernie Madoff (el banquero estadounidense que fue acusado de fraude en 2009).

Perdí todos mis ahorros. Le confié mi capital porque me estaba dando mucho más rendimiento que cualquier banco. De la noche a la mañana, me quedé sin nada. La Suprema Corte dictaminó que tenía que regresar seis años de intereses, de los que estaba utilizando para vivir. Más adelante los jueces decidieron que sólo necesitaba regresar dos años en intereses. Sé que no fue en contra mía. Todos estamos en bancarrota. Es ridículo decir que estamos sobreviviendo. Es una ilusión. Las tarjetas de crédito son tu peor enemigo. Paga todo con efectivo, paga tus impuestos y ve cuánto te queda para ir de compras. Soy parte de otra generación.

No le gusta lo que está pasando con los bloggers `es una actitud muy narcisista´.
No le gusta lo que está pasando con los bloggers `es una actitud muy narcisista´.


Entonces, ¿qué significa el lujo para ti?

No lo quiero. No se trata de que podría vivir sin él, es que ni siquiera lo quiero. Este saco me costó 59 dólares en Bolton's. Quiero poder ver, escuchar, entender, amar y ser amada. Quiero días soleados, días lluviosos -me encanta el olor del aire cuando termina de llover-. He vivido esta larga vida porque aprendo muy lento. Estoy segura de que allá arriba dicen: "Mantenla un poco más, todavía hay cosas que no entiende". Y es cierto. Sigo intentando comprender a las personas porque sigo tratando de conocerme. Siempre he sido así. Me río mucho de Carmen, soy géminis y tengo que lidiar con este alter ego (ríe).

La vida de Carmen ha sido una montaña rusa de emociones: "He pasado por todo tipo de trauma", dice. Esto incluye tres matrimonios y tres divorcios. Su única hija, Laura, hoy de 62 años, la tuvo con William Miles, su primer esposo, quien también le dio un hijastro, Jeffrey (72); aún mantiene una buena relación. Su segundo matrimonio fue con el fotógrafo Richard Heimann y cuando eso tampoco funcionó, se casó con el arquitecto Richard Kaplan. Hoy está soltera, pero minutos antes que la retratáramos, se tomó un momento para aconsejarme sobre temas del corazón: "No todo es romance, busca una pareja que sea tu compañero y sepa cosas prácticas". Después de tres años de dolor físico, resultado de sus recientes cirugías en las rodillas y cadera, sigue apareciendo en portadas, campañas y pasarelas para firmas como Stéphane Rolland, Hermès, Missoni y Rolex. Además, se ha dedicado a celebrar el legado de sus tíos Hilda Terry y Gregory D'Alessio, con la 8 Henderson Place Foundation, un museo que preserva el legado de ilustradores.

Karl Lagerfeld con la modelo que fotografía para la historia de Harper´s Bazaar a cargo de Carine Roitfeld.
Karl Lagerfeld con la modelo que fotografía para la historia de Harper´s Bazaar a cargo de Carine Roitfeld.


¿Qué planes tienes para el futuro?

Me encanta decir "ven a morir conmigo, ven a vivir conmigo". Siempre tengo ideas en mi cabeza, como comprar la fórmula del perfume que usé durante 40 años y que acaban de descontinuar, el Bandit por Robert Piguet, y que se pueda comprar "Solamente en El Palacio de Hierro" (ríe). Siempre me preguntan ¿cuándo te vas a retirar? Lo hago todos los días. Retirarme significa irme a dormir, ¿dejaría de respirar? ¡No! La muerte no es algo malo, es parte de la vida. Estoy tratando de llegar a ella, no con encanto, sino con inteligencia. Amo lo que hago, si no lo hiciera, lo cambiaría por algo que amara, pero siempre viviría dentro de mis posibilidades. Lo que intento decir es que amo lo que hago, no dejaré de hacerlo. Me quiero morir con mis tacones puestos.

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