Dos años después de haber re-lanzado su marca, el káiser de la moda decide adentrarse, nuevamente, en el mundo de los perfumes y sacar al mercado dos fragancias; una femenina y otra masculina. Ambas reflejan su incomparable personalidad y nos permiten un acceso directo al universo de la moda.
Anoche, el Palais Brongniart en Paris nos recordó la belleza y extravagancia de las fiestas de Mr. Gatsby, donde el espacio le dio la bienvenida a sus dos nuevas creaciones. Entre copas de champagne, exquisitos bocadillos (como la mousse de foie gras sobre macarons y tártara de carne con huevo), crearon el escenario perfecto para tomarte e imprimir tus propias selfies. Los invitados disfrutamos del aroma de ambos perfumes, así como de una explicación exiquisita que a todos conquistó; todo esto de parte de las narices los creadores y las notas que componen los perfumes.
El resultado fue magestuoso: dos fragancias icónicas, chic, alocadas, de cuerpos sólidos y cortes elegantes que rompen cualquier regla.
Un aroma floral, limpio y transparente, para ellas, en contraste con uno explosivo y vertical para ellos. Ambas fragancias reflejan en sus notas la contrariedad de los característicos colores del diseñador: el blanco y el negro.
Tienes que saber: Durante los últimos seis meses Karl ha pedido cuatro litros de la fragancia masculina, y no es precisamente para conservar un poco de su ADN, sino para salpicarla a chorros por toda su casa y pertenencias.