Sara Galindo: Mi experiencia con Jean Paul Gaultier

La primera vez que lo vi en persona, fue en un desfile de Hermés en el Ecole Des Beaux Arts de Paris hace casi 8 años. Nunca olvidaré aquél momento cuando caminaba a lo largo de la pasarela con Linda Evangelista y yo me quedé helada. ¡Hasta tomé una foto!

Llevaba poquitos años trabajando en ELLE y ese momento fue uno de los que marcaron mi carrera. Siempre he pensado en Jean Paul como uno de los grandes íconos de la moda y casi parte de el estandarte de la bandera francesa. Esa tarde, Jean Paul salió corriendo de su desfile, saludando como un niño, como un enfant terrible. Lleno de vida, de alegría, de frescura, casi tan travieso como un niño que acaba de descubrir cómo aventar agua fuera de su lugar, con una sonrisa que iluminaba cualquier lugar al que llegara y con una inocencia inusitada. Él siempre amable, pero eso nunca me quitó el miedo de acercarme a tan emblemático personaje.

El siguiente Fashion Week de París fue diferente. Me di cuenta que la gente podía entrar al backstage, logré que me permitieran hacerlo y ahí pude estrechar su mano por primera vez. Le envié una invitación para ser jurado de México Diseña pero al parecer nunca tuve el contacto indicado para que llegara ese mail a las manos correctas. Fue en esa época cuando mi amigo q.e.p.d., el Conde Paul de Ganay, me acercó a una de las bisnietas de Thierry Hermés, Pascale Mussard. Ella fue quién nos dio el contacto indicado y quién me ayudó a acercarme de manera certera la primera vez a él por ahí del 2009.

Fue en 2010 cuando tuve el primer acercamiento directo con Jean Paul Gaultier. Jelka, su mano derecha, siempre fue encantadora pero la agenda del diseñador estaba saturada siempre con un año de anticipación y contra eso no podíamos hacer nada.

Le pedí que me jurara que me tomaría en cuenta el siguiente año, pero no fue así. Jamás quitamos el dedo del renglón. Jean Paul fue a Cali, Colombia y ahí nuestra publisher hizo otro acercamiento que tampoco fructiferó por motivos de agenda, pero al menos ya nos tenía en su cabeza. Fue hasta este año que me prometí con todas mi fuerzas lograrlo. Quienes me conocen saben que cuando me propongo algo puedo dejar la vida en ello y más tratándose de este proyecto que creé hace casi ocho años y que amo y me apasiona como si fuera la vida misma.

Fue este año cuando la responsabilidad la tenía tatuada y me aferré a ellos. Todo lo llevé en silencio. Mails iban y venían, casi 30 mails intercambié con el equipo de Jean Paul hasta que apareció un mail mágico en el cual Jelka, decía: ”Jean Paul quiere platicar contigo en París”.

En 2012 nos acercamos a Elisabeth Beton, la nueva embajadora de Francia en México y ella envió una carta. Ese año no sucedió pero la magia de su carta y mi reciente visita a París hicieron una explosión de buena suerte. Jean Paul Gaultier me había citado en París. Ese mismo día era la pasarela de México Diseña en Fashion Week México y tuve que tomar una decisión. Me fui a París con el dolor de mi alma pero con una maleta llena de ilusiones, sueños y una esperanza por saldar.

Dieron las 6:00 pm y me dirigí al desfile de Jean Paul Gaultier. Me dieron un lugar súper privilegiado, casi nariz con nariz con Catherine Deneuve. Al parecer todas ya sabían de mi presencia. Terminó el show y una vez más Jean Paul inundó el espacio de música, top models, buena energía y gente realmente satisfecha de lo que habían presenciado. Yo me acabé las uñas de los nervios pero me senté a esperar. En realidad no soy de las que esperan, decidí ir a buscar con quien platicar, alguien allegado a Jean Paul era buena idea. Platiqué con una de sus mejores amigas, Rossy de Palma, a la cual ya había conocido unos años antes en España. También platiqué con el presidente de su compañía, hasta que el momento de platicar con Jean Paul llegó.

Sabía que tenía dos minutos para impresionarlo, sabía que en esos dos minutos o ganaba o volvía a irme a la esquina y esperar un año más. Le dije que en México era un hombre muy querido y que tenía que regresar a nuestro país. Nos tomamos dos copas de champagne y la magia sucedió. Parecía que caían estrellas del cielo. Jean Paul me acababa de decir que sí quería venir a México para apoyar a los nuevos diseñadores de moda emergentes y que contara con él.

Le encantó el programa de televisión que estamos haciendo, pero sobre todo la idea de ayudar con su granito de arena. Me dijo algo en español, pues lo habla perfecto, me volvió a marcar y eso fue algo así como: “En el mundo que vivimos, es momento de ayudar y siempre regresar lo que la vida nos ha dado a muchos. México es un país hermoso y aunque sólo he ido a Tulum, esta vez quiero conocer más, quizá inspirarme en mi siguiente colección, pero sobre todo ser de apoyo para el proyecto que ELLE México ha encabezado por tantos años. Gracias por tu paciencia y por no quitar el dedo del renglón. ¡Cuenta conmigo!”.

Lo abracé, lo acurruqué en mis brazos, de verdad no lo podía cree. Y así fue como el capitulo de México Diseña 2014 se empieza a escribir, con la confirmación de uno de los más grandes que este planeta ha visto nacer.

Gracias a todos los que nos siguen y no dejen de inscribirse si su sueño es ser descubiertos. Ya vieron que en la vida todo se puede lograr y que sólo basta con tener mucha decisión, trabajo, constancia, disciplina y algo de talento para llegar a la meta.

Les mando todo mi amor.

¿Dudas? Escríbenos a: ellemexicooficial@gmail.com