Un lanzamiento repleto de innovación y diseño

Hoy, estar preparado es fundamental porque en cualquier instante, los planes pueden cambiar de rumbo. Salir a comer con la pareja y decidir en ese momento tomar la carretera para visitar un destino cercano ya es posible. Sin embargo, la manera de disfrutar cada viaje está cambiando gracias a Toyota y a sus dos nuevas opciones que llegaron para adaptarse a los distintos gustos, estilos de vida y a todo aquello que marca nuestras vidas.

Con dos motores, uno eléctrico y otro de combustión, Prius C nos demuestra que aún no conocíamos todo acerca de los híbridos, pues este hatchback entrega una experiencia ágil, práctica y ecológica en la ciudad, sin cambiar los hábitos del conductor aún estando en modo ecológico (ECO Mode) o vehículo eléctrico (EV Mode).

En cuanto a sus interiores, la familia lo amará por la elegancia de los detalles en Piano Black, además de remates en cromo. Dos pantallas, seis bocinas, sistema de climatización y diversas ventajas tecnológicas harán de cada paseo una aventura. En temas de seguridad, este auto abarca todos los puntos, ya que cuenta con nueve bolsas de aire distribuidas para la protección de sus ocupantes, adicional al Toyota Star Safety System. ¡Seguridad, rendimiento y confort en uno!

Y para quienes buscan innovación en diseño y manejo, Toyota C–HR debuta para demostrar que una mini SUV diseñada bajo la Nueva Arquitectura Global de Toyota (TNGA) puede ser versátil, atlética y divertida, al igual que un coupé. Inspirada en la
forma de un diamante, característico del nuevo ADN de la firma, sus líneas exteriores generan dinamismo y distinción, mientras que su pantalla interior pondrá al conductor en dominio absoluto del manejo. Un deportivo que no sacrifica espacio, es más, sorprende con una capacidad de cajuela de 297 litros y si no es suficiente, los asientos traseros se pueden abatir para llegar a los 1,030 litros y transportar lo que desees.

Una noche peculiar y el Ángel de la independencia, en la Ciudad de México, fueron testigos de su llegada acompañados de un evento lleno de emoción. A partir de ese momento, se redefinió el gusto por conducir.