Hace unos días, el mundo del espectáculo despidió a Julian McMahon , el carismático actor australiano que conquistó la televisión con su papel del doctor Christian Troy en la serie Nip/Tuck, y que también brilló como el enigmático Cole Turner en Charmed y como el villano Doctor Doom en Los Cuatro Fantásticos.
Su presencia magnética y talento lo convirtieron en una figura inolvidable de la pantalla chica y el cine.
McMahon falleció el pasado 2 de julio en Clearwater, Florida, a los 56 años. Su esposa, Kelly Paniagua, fue la encargada de dar a conocer la noticia a través de un comunicado que conmovió al público y a sus colegas, destacando el profundo amor que Julian sentía por la vida, su familia y su trabajo.
Días después de su fallecimiento, se dio a conocer que Julian McMahon murió tras enfrentar discretamente un cáncer metastásico que afectó su cabeza, cuello y pulmones.
Así lo confirmó la Oficina del Forense del condado de Pinellas en Florida a People y lo detalló su esposa en un emotivo mensaje en el que aseguró que el actor “murió en paz” y rodeado de amor.
La familia pidió respeto por su privacidad y agradeció las muestras de cariño.
“Julian amaba la vida, a sus amigos, su arte y a sus fans. Su deseo más profundo era traer alegría a tantas vidas como fuera posible”, expresó Paniagua en su comunicado.
La carrera de McMahon comenzó como modelo en Australia, pero pronto dio el salto a Hollywood, donde logró papeles memorables. Su interpretación en Nip/Tuck lo llevó a una nominación al Globo de Oro y lo consolidó como un ícono de la TV de los 2000. Más allá de su talento, era reconocido por su amabilidad y profesionalismo en el set.
Figuras como Alyssa Milano, su compañera en Charmed, compartieron su tristeza en redes: “Estoy devastada. Julian fue más que un esposo en pantalla, fue un verdadero amigo”, escribió.
