Shakira ha alzado nuevamente su voz contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump , describiendo la experiencia de ser inmigrante en Estados Unidos como "vivir en un terror constante".
En una reciente entrevista con la BBC, la barranquillera compartió su perspectiva sobre las difíciles experiencias que enfrentan muchos inmigrantes en el país, enfatizando la necesidad de unidad y compasión.
Luego de que miles de personas salieron a las calles de Estados Unidos para protestar contra el gobierno del presidente Donald Trump y sus radicales políticas de migración, Shakira, quien emigró a Estados Unidos a los 19 años, recordó su propia experiencia al llegar al país en una reciente entrevista para la BBC.
"Tenía solo 19 años cuando me mudé a Estados Unidos, como muchos otros inmigrantes colombianos que vienen a este país buscando un futuro mejor", dijo.
Asimismo, Shakira denunció que el hecho de vivir en Estados Unidos y ser inmigrante "significa vivir en un terror constante". Agregó: "Y es doloroso verlo".
La intérprete de Te felicito enfatizó la importancia de que la comunidad migrante se mantenga unida y alce la voz por un trato humano hacia todos.
"Ahora, más que nunca, tenemos que permanecer unidos. Ahora, más que nunca, tenemos que alzar nuestras voces y dejar muy claro que un país puede cambiar sus políticas migratorias, pero el trato a todas las personas siempre debe ser humano", dijo.
Figuras destacadas del mundo del entretenimiento, como los actores Mark Ruffalo y Kerry Washington, el presentador Jimmy Kimmel y la cantante Gracie Abrams, se unieron el pasado sábado a las masivas protestas en contra de Donald Trump.
"Vemos a un presidente que se ha hecho a sí mismo un rey y un dictador", declaró Mark Ruffalo durante las manifestaciones, según reportó MSNBC.
Otras actrices como Julia Louis-Dreyfus, Glenn Close, Ayo Edebiri, Natasha Rothwell y Mary Elizabeth Ellis también compartieron imágenes en redes sociales participando en las movilizaciones.
Las más de 2 mil protestas, organizadas en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami, coincidieron con el desfile militar celebrado en Washington para conmemorar el aniversario de las fuerzas armadas estadounidenses. Críticos calificaron dicho acto como una demostración de fuerza innecesaria y un gesto exhibicionista del poder militar del gobierno.
