Los rituales que Alejandra Capetillo hizo el día de su boda para que no lloviera

Los rituales que Ale Capetillo para que no lloviera en su boda

No obstante, consciente de que la temporada de lluvias podría amenazar su celebración al aire libre, Alejandra Capetillo recurrió a tradicionales rituales mexicanos para garantizar el mejor clima posible en su gran día.

Ritual con huevos a Santa Clara

Siguiendo una antigua tradición, Alejandra ofreció una docena de huevos a las monjas clarisas en un convento local. Según la creencia popular, este acto de devoción asegura que las monjas rezarán por buen tiempo en el día del evento.

La propia Ale compartió en sus redes sociales: Llevarle huevos a Santa Clara e ir a visitar a mi morenita antes de la boda funcionó porque el día de la BODA no llovió”, escribió.

Clavando cuchillos para cortar las nubes

Otra práctica que Alejandra realizó fue clavar cuchillos en la tierra de la hacienda, con la punta hacia arriba e incluso en forma de cruz. Esta acción, recomendada por su wedding planner, es conocida en México como un método para "cortar" las nubes y evitar las lluvias.

La joven compartió en sus historias de Instagram: "También mi wedding planner y yo clavamos cuchillos una noche antes", agregó.

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Rezarle a la virgen de Guadalupe

En otro de los clips que Ale Capetillo compartió, se le escuha entonar una oración a la virgen de Gudalupe en la que le pide que su día sea espectacular.

“Morenita, por favor por favor que sea un día espectacular, con nube o sin nube, como quieras, pero que sea un día espectacular. Morenita, plis que no llueva”, mencionó Ale.

La boda de Alejandra Capetillo y Nader Shoueiry celebró el amor y la unión de dos culturas

La boda religiosa de Alejandra Capetillo y Nader Shoueiry no solo fue un acto de amor, sino también una celebración de la diversidad cultural que une a la pareja. La ceremonia incluyó detalles cuidadosamente pensados que reflejaron las tradiciones tanto mexicanas como libanesas, reafirmando su deseo de construir una vida juntos basada en el respeto, la empatía y la comprensión mutua.

Uno de los elementos más significativos fue el vestido de novia, diseñado por la amiga cercana de Ale, Lorena Formoso. Más allá de lo estético, Alejandra buscaba que su atuendo tuviera un valor emocional, y por eso confió en alguien tan especial para crear una pieza que encapsulara su estilo, su historia y la relevancia de ese día tan esperado.

Las alianzas que sellaron su compromiso fueron elegidas en la prestigiosa joyería Rabat, en España. Fabricadas en oro amarillo, los anillos simbolizan la unión de dos caminos que, aunque distintos en origen, ahora se entrelazan para siempre.

El banquete también fue una auténtica celebración de su fusión cultural. Los invitados disfrutaron de una exquisita selección de platillos que combinaron lo mejor de la cocina mexicana y libanesa: escamoles, esquites, tabulé, kibbeh… una experiencia gastronómica que honró las raíces de ambos y dejó un sabor inolvidable en cada uno de los asistentes.