En los últimos meses
ha vivido una serie de experiencias aterradoras que han conseguido que no se sienta a salvo en su mansión de Toluca Lake, en Los Angeles, la misma que compró en junio tras concluir el proceso de divorcio con su antiguo esposo y mánager, que se alargó dos años.
Un hombre que ella teme que pueda ser un acosador en potencia ha estado dejándole regalos extraños en el interior de la propiedad. Por ahora Kelly se ha encontrado en su porche tarjetas, plantas y otros artículos al azar, aunque por suerte nunca ha llegado a coincidir a con el desconocido.
El equipo de seguridad de Kelly entregó a la policía las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad de su mansión, en las que se puede ver al intruso porque esperan que así pueda ser identificado para comprobar sus antecedentes penales y evaluar si supone o no una amenaza.
De ello dependerá si se procede o no a su arresto en un futuro. La unidad especializada en acoso del departamento de policía de Los Ángeles abrió una investigación, aunque por el momento no ha trascendido ningún detalle.