La cantante Pink y su hijo menor, Jameson, de cuatro años, contrajeron Covid-19 el año pasado y experimentaron una serie de síntomas que fueron especialmente graves en el caso del pequeño.
Ahora la intérprete de 'Just Give Me A Reason' ha revelado hasta qué punto llegó a temer por su vida y por la de su retoño y explicó que decidió hacer una serie de cambios en su testamento porque estaba aterrada por lo que pudiera pasarle.
"Fue muy, muy malo, y reescribí mi testamento. Pensé que todo había acabado para nosotros. Llamé a mi mejor amiga y le dije: 'Necesito que le digas a Willow lo mucho que la quiero'. Fue realmente aterrador. Como padre, solo piensas: ¿Qué le estoy dejando a mi hijo? ¿Qué le he enseñado? ¿Van a salir adelante en este mundo? ¿Y qué tengo que decirles si esta es la última vez que puedo hablar con ellos?", contó la artista, que también tiene una hija de 9 años, en una entrevista con el presentador Mark Wright en el programa de radio Heart.
La cantante declaró que vivió una de las peores experiencias de su vida, de las más duras y angustiosas que nunca olvidará.
Esta no es la primera vez que Pink recuerda aquellos días tan desagradables. "Es lo más desafiante, tanto física como psicológicamente, que he pasado como madre", le expresó a sus fans. "Semanas después de recibir los resultados de nuestra prueba, mi hijo todavía estaba muy enfermo y con fiebre", relató.
"Fue una auténtica montaña rusa en la que hubo muchas noches que lloré y nunca he rezado más en mi vida". Una vez que sus resultados salieron negativos, la artista expresó su agradecimiento por haber contado con los medicamentos necesarios para su recuperación, algo que "no todas las familias, especialmente las que viven en situación de vulnerabilidad, tienen la oportunidad de ello".
Tras superar la peor parte de la enfermedad y someterse a una nueva serie de pruebas que dieron negativo, la estrella de la música decidió donar medio millón de dólares al Fondo de Emergencia del Hospital de la Universidad de Temple en Filadelfia en honor a mi madre, Judy Moore, que trabajó allí durante casi dos décadas en el centro de cardiomiopatía, para apoyar así al personal sanitario.
"En honor a mi madre, Judy Moore, que trabajó allí durante 18 años en el Centro de trasplantes de corazón", explicó en ese entonces. Pink también entregó otra gran cantidad al Fondo de Crisis de Emergencia que, en aquellas fechas, recaudaba la alcaldía de la Ciudad de Los Ángeles.
