Por algún motivo desconocido, parece que el
saca a relucir lo peor de quienes lo visitan.
Por ejemplo, Ian McKellen reconoció que no pudo resistirse a sentarse en los asientos reservados a la reina y su marido cuando se coló con su amiga
en la sala del trono y tuvo el descaro de fumar marihuana en el interior del recinto en sus años más salvajes.Desde que se anunció que
tomaría el lugar de Claire Foy como Isabel II al frente de la serie The Crown, la actriz ha sido invitada a distintos eventos a los que han asistido miembros de la familia real británica, incluido uno organizado por el príncipe Carlos que tuvo lugar en la mítica residencia oficial de la monarca británica."Yo me comporté como una tonta y él fue encantador. Tiene la habilidad de hacerte sentir la persona más importante de toda la sala", reveló Olivia en una entrevista al diario dominical Sunday Times en la que confesó que ella le devolvió el favor de la peor manera posible: robando un 'recuerdo' de la velada y tratando de sonsacarle si había visto la ficción de Netflix.
"Justo después mi marido robó algo de papel higiénico solo para que luego pudiéramos decir que nos lo habíamos llevado de Buckingham. Si pudimos salirnos con la nuestra en ese sentido, no creo que la serie les preocupe demasiado", agregó.
Por otra parte, la intérprete no consiguió que Carlos reconociera que él o alguno de los miembros de su familia son fanáticos de la historia que narra los primeros años del reinado de su madre.
"Me dijo que sabía lo que estaba intentando hacer, así que le pregunté directamente: '¿Ves la serie?' y me dijo que no", contó Olivia.