Se espera que este mismo lunes un juez ratifique la petición del padre de la princesa del pop, Jamie, para renunciar temporalmente a su posición como tutor legal de su famosa hija, un papel que lleva desempeñando desde 2008 para controlar las finanzas y otros aspectos de la vida personal de la cantante, lo que en la práctica le confería acceso a su información médica o el poder para designar a un equipo de seguridad que la acompañara las 24 horas del día en caso de considerarlo necesario.
Esta noticia llega apenas unas semanas después de conocerse que la propia Britney había emprendido medidas legales para modificar algunos aspectos de la supervisión a la que vive sometida, aunque no tendría nada que ver con ese deseo de la cantante de recuperar su independencia.
En realidad, Jamie Spears habría citado "problemas de salud" como el principal motivo para transferir sus poderes de tutela a Jodi Montgomery, que ha trabajado como mánager de la carrera profesional de Britney durante algo más de un año, hasta al menos principios de 2020.
Por otra parte, el padre de la artista se enfrenta actualmente a una investigación policial a raíz del altercado que habría tenido lugar el pasado mes de agosto en su hogar durante una visita de los hijos de Britney.